Entre
unas cosas y otras, Shikamaru no encontraba el momento para hablar
con Temari o con Chouji y pasó la mañana del jueves sin conseguir
ninguno de sus objetivos.
—¡Ya
estoy en casa! —saludó al regresar del instituto.
—¡Shikamaru!
—Oyó bramar a su madre—. ¡Ven inmediatamente a tu cuarto!
—Esto
seguro que va a ser muy problemático —dijo rascándose la cabeza.
—¡Ahora
mismo!
—¿Qué
habré hecho?
—La
has cagado, hermanito —dijo Chiharu sentada en el salón al verle—.
Te espera en tu habitación.
Shikamaru
tragó saliva y se dispuso a subir.
—¿Tú
adónde vas? —preguntó a su hermana al verla levantarse e ir
detrás de él.
—¿Tú
crees que me lo voy a perder?
—Problemática...
Al
entrar en su habitación encontró a su madre plantada con los brazos
en jarras.
—¿Qué
pasa? —Casi le daba miedo preguntar.
—¿Qué
es esto? —dijo agarrando una carpeta del escritorio.
—¿El
qué?
—¡Esto!
¿Qué es esto? —La abrió con bastante brusquedad y sacó el
dibujo hecho por Sai.
—¿Un
dibujo?
—Ya
se que es un dibujo pero ¿Qué significa?
—Pues...
nada.
—¡Hermano,
como mola!
—Tú
no mires que tienes una edad muy mala —Yoshino dio un paso
amenazante hacia su hijo—, ¿Qué significa?
—Es
solo un dibujo.
—¿Y
has posado para hacerlo? —preguntó Chiharu.
—¡No!
—¿Lo
has hecho tú? —interrogó su madre.
—No.
Es de un compañero.
—Pero
tú estás en él.
—Si,
bueno, pero fue cosa de él, yo no se lo pedí.
—¿Y
por qué lo ha hecho?
—Era
una prueba, quería hacer un dibujo de una foto... mendokusei, no
tenía que haber dicho eso —Musitó.
—¿Una
foto? ¿Te besas con una chica y haces fotos?
—Agg,
que problemático es esto. Yo no me estaba besando, solo hablábamos,
es de los ensayos de teatro. Sai quería saber si podía modificar la
foto.
—¿Y
dónde está esa foto? ¿Tú crees que soy tonta? ¿Quién es esta
chica?
Chiharu
se acercó a mirar la foto.
—Es
Akane. Le faltan las gafas pero es Akane.
—¿Akane?
¿Es esa que pasó la otra noche aquí? Shikamaru mírame a los ojos
y dime...
—Mendokusei,
Akane solo es una amiga, además que yo no le gusto.
—¿Qué
no le gustas? ¿Y por qué? ¿Qué tienes tú de malo?
...
Cuando
Shikamaru llegó al gimnasio para el habitual ensayo fue derecho a
sentarse al lado de Akane.
—Hola,
Shika ¿Listo para el show?
—Hola.
A ver, escúchame con atención, el domingo tienes que venir a comer
a mi casa.
—¿Quién?
¿Yo? ¿El domingo? ¿A qué viene eso?
—Viene
a que mi madre lo ha dicho.
—¿Tu
madre me invita a comer?
—No,
no te invita, me obliga a llevarte. Tú no conoces a mi madre, si
dice que el domingo comes en casa, tú el domingo comes en casa.
—¿Tiene
algo que ver ese repentino interés con que se haya enterado de que
pasé la noche en tu casa?
—Pues
algo tiene que ver.
—Pues
sintiéndolo mucho vas a tener que disculparme pero es que el domingo
me toca ir a casa de mi padre, no se si te he contado el jaleo que se
forma allí, además, ya me ha dado un obsequio por cuidarte, cosa
que no tenía porqué hacer, no hace falta que me invite.
—No,
si ese razonamiento ya lo he empleado yo.
—¿Y
qué?
—Que
vayas.
—Espera
¿no será que tu madre piensa que entre tú y yo hay algo? Algo más
que amistad, se entiende ¿Es eso, verdad? ¿Y tú no la has sacado
de su error?
—Créeme,
ha sido todo muy problemático.
—Ya,
muy problemático, demasiado para ti ¿no?
—Ya
le dije que no hay nada entre nosotros y también que yo no te
intereso para nada.
—¿Y?
—Tú
no crees mis explicaciones ¿verdad? Pues ella tampoco.
Chouji
y Ryuko les observaban con mucha atención.
—¿Pero
qué ha pasado? —preguntó al fin Ryuko.
—La
madre de Shikamaru ha dicho que Akane tiene que ir a comer el
domingo, que tiene que conocerla.
—Menudo
giro inesperado de los acontecimientos.
—Es
porque piensa que Akane es una chica mala que quiere quitarle a su
niño.
—¿De
dónde ha sacado eso?
—De
un dibujo. Sai le regaló a Shikamaru un dibujo de una foto que les
hizo Sumire durante los ensayos pero modificándolo un poco, eso y la
imaginación calenturienta de su madre han sido mala unión.
—Pues
te digo que las madres tienen un instinto muy desarrollado.
—Buenas
tardes, chicos —Saludó entrando Genma, el profesor de música.
—Hombre,
Genma—sensei —habló Naruto—, como eres el profe de música
pensé que solo ayudarías a los otros, por lo del recital.
—Pues
ya ves que no, para mi sois todos iguales.
—Pero
nosotros somos más buena gente —dijo Kiba.
—Yo
no os juzgo, solo os asesoro. Bien ¿estáis todos? ¿Dónde están
los encargados? Creo que son Nara y Kumoyuki.
—Si,
sensei —respondió Akane—, aquí estamos.
—¿Tenéis
algo previsto para hoy?
—Siempre
empezamos con el baile del pato —intervino Lee—. Es para perder
la vergüenza.
—Una
forma para humillarnos que se nos ha ocurrido —añadió Shikamaru.
—Está
bien, demostrarme como os humillais.
Cuando
terminaron con su ritual, Genma sonrió quitándose el palillo que
casi siempre llevaba en la boca.
—Si,
muy humillante ¿y ahora?
—Bueno
—habló Akane—. Aquí mi socio y yo tenemos ya una obra en mente
que parece ser interesante.
—¿Si?
¿Cuál? —Se escuchó entre el rumor que se extendió.
—Un
momento —dijo Genma—. ¿Sólo os parece interesante o ya lo
habéis decidido? Os lo digo porque sois los directores y si empezáis
a dejar que esta panda tenga opinión nunca os decidiréis porque
nunca se pondrán de acuerdo. Tenéis que decidir vosotros, sin
contar con ellos y lo que vosotros decidáis, lo tienen que acatar.
—Mendokusei,
tiene razón, siempre habrá alguien que se queje, tenemos que
mostrar autoridad —Miró a Akane como buscando su apoyo y ésta
hizo un pequeño ademán con la cabeza.
Fue
ese simple gesto, exento de palabras, ese entenderse solo con la
mirada, lo que a Sasuke molestó sobre manera y confirmó que entre
ellos había más complicidad de la que aparentemente demostraba.
—En
fin, si —Continuó muy decidido Shikamaru—, salvo causas mayores
hemos decidido que ya sabemos que obra representaremos.
—¿Cuál
es? —gritó Kiba—. ¿No será "Romeo y Julieta", no?
—Venga,
va ¡Decirla ya, dattebayo!
—Eso
está bien —opinó Genma—. Cuanto antes se elija mejor, aunque no
lo parezca hay mucho que preparar y no tanto tiempo.
—¡Vamos,
soltarlo ya! —Se quejó Lee.
—Se
trata de una obra de Shakespeare —explicó Akane—, así que la
condición de que sea un clásico la cumplimos.
—¡Romeo
y Julieta! —exclamó Ino—. ¿Vamos a hacer esa?
—No
—contestó Akane—, siento desilusionaros pero no, no es tan
conocida.
—Será
"Sueño de una noche de verano" —añadió Shikamaru.
Se
extendieron diversos rumores, había quien ni había oído hablar de
ella, quien había oído pero no le parecía bien y quien la conocía.
—A
ver, chicos —habló Genma—, guardad un poco de silencio. Ellos
son los directores y los que tienen que sopesar los pros y los
contras, la decisión es suya, bastante es que os comenten sus
decisiones.
—¿Tú
que opinas, sensei? —preguntó Sakura.
—La
obra es buena, es un clásico, de Shakespeare nada menos, quizás
algo difícil para unos aficionados, no os ofendais pero no sois
profesionales aunque está bien escogida, es una comedia romántica
con hadas y duendes y romances y equívocos, si sabéis hacerlo bien
podéis luciros bastante, sobre todo es estupenda para fantasear con
decorados y vestuario y dejar salir vuestra creatividad.
—El
problema que tenemos son los diálogos —comentó Akane—. Son
largos y rebuscados, dudamos que se puedan aprender fácilmente por
más de uno y que el público que nos vaya a ver los entienda.
—Eso
sí, deberíais adaptarlos.
—Eso
es lo que queríamos saber ¿podemos?
—Si,
no hay problema, siempre y cuando respetemos la obra original, no
cambiéis a los personajes, ni la trama y que se haga bien, vamos que
la obra debe reconocerse. Hay muchas versiones de esta obra,
deberíais informaros, os puede servir de ayuda. Pero si la vais a
adaptar preguntar a la profesora Kurenai porque, como profesora de
Literatura, si hacéis una chapuza lo mismo os baja puntos.
—Pero
¿de qué va? —preguntó Naruto, algo que muchos estaban deseando
hacer.
—¿Y
que más te da? —replicó Sasuke—. Ellos son los directores y
ellos eligen, lo dijo Anko, ellos son los primeros en querer que todo
salga bien.
—¿Y
por qué entonces nos pidieron nuestra opinión?
—Es
cierto —añadió Ino—, nos preguntaron nuestras preferencias.
—Queríamos
saber vuestras preferencias, para saber por dónde empezar —contestó
Shikamaru—, y ya las sabemos.
—Mirad
—dijo Temari—, ellos son los directores y si eligen esa obra pues
ya está, yo confío en ellos y su elección.
—Yo
también —añadió Neji—. Ni Shikamaru, ni Akane han tenido nunca
malas ideas.
—Lo
que tenemos que demostrar —opinó Sakura—, es lo que dijo Anko,
que somos un gran equipo, que somos capaces de trabajar juntos por un
bien común, que nos apoyamos.
—¡Bien
dicho, Sakurita! —exclamó Lee—. ¡Que bien hablas!
—¡Vuelve
a llamarme Sakurita y mueres!
—Si
yo les apoyo —Intervino Kankuro—. Siempre apoyaré a Shikamaru y
sus decisiones, es el más listo de todos pero quiero saber de qué
va la historia.
—A
ver como os lo explicamos porque es algo liosa —dijo Akane.
—Pero
liosa de explicar —Aclaró Shikamaru—. La obra es de enredos pero
se entiende.
—Vamos
a explicarlo poniéndonos a nosotros como ejemplo, así creo que se
entenderá más fácil.
—Esto
no quiere decir que sean los papeles que vais a hacer, es solo para
que entendáis de qué va.
—Si,
es que realmente es liosa de resumir, hay muchos personajes y os
podéis liar con los nombres. Veréis como así lo entenderemos muy
bien. La acción transcurre durante las celebraciones de la boda de
Teseo e Hipólita, gente importante, pongamos que sean Shikamaru y
Temari.
—¿Por
qué yo? —preguntó Temari.
—No
me apetecía ponerme a mi y eres la primera que he visto. Bueno,
luego hay dos chicos y dos chicas, pongamos Sasuke, Sakura, Naruto y
Hinata ¿vale?
—¿Y
por qué nosotros? —preguntó Naruto.
—Porque
ya verás lo bien que lo vas a entender —respondió Akane—. Vamos
al lío, el padre de Sakura quiere casarla con Naruto pero Sakura
está enamorada de Sasuke.
—Este
Sasuke siempre en medio fastidiándomelo todo con Sakura —comentó
Naruto causando algunas risillas.
—La
vida es así, Naruto —continuó Akane—. El caso es que Sasuke y
Sakura deciden huir y se citan en un bosque de por allí. Hinata está
enamorada de Naruto pero este no le hace caso.
—Más
tonto y no naces —dijo Kiba dando un codazo a Naruto.
—Naruto
solo piensa en Sakura, es de piñón fijo el pobre y Hinata, que
conoce los planes de Sasuke y Sakura se los cuenta a Naruto
esperando, supongo, que... ¿Qué espera Hinata, Shikamaru?
—Mendokusei,
vete tú a saber, la chica, la de la obra, no tú, Hinata, no parece
ser muy lógica, anda y continúa.
—El
caso es que va con el cotilleo a Naruto que se va al bosque a
buscarlos y Hinata le sigue aunque él es muy borde y la trata mal.
—Eres
un asqueroso, Naruto —Volvió a darle otro codazo Kiba.
—¡Que
no soy yo! ¿Verdad que no?
—Mientras,
en el bosque —Akane decidió ignorarlos—, un grupo de gente del
pueblo, por ejemplo, Lee, Kankuro, Chouji, Shino y alguno más, están
ensayando una obra para representar en la boda de Shikamaru y Temari.
—Hay
que añadir —habló Shikamaru—, que son un tanto penosos.
—Y
por otro lado están las hadas del bosque. Su rey, que puede ser
Gaara, discute con la reina Ino cosas de hadas. Enfadado, Gaara le
pide a Kiba, un duende que trabaja para él, que busque una flor con
la que hacer un líquido que poniéndolo en los ojos de una persona
hace que se enamore de lo primero que vea al abrir los ojos ¿lo vais
pillando?
—Si,
creo que se entiende muy bien, continua, a mi me está divirtiendo
—dijo Genma.
—Kiba
le unta esa cosa a Ino y al abrir los ojos lo primero que ve es a...
Lee con una cabeza de asno puesta, no me preguntéis porqué tiene
una cabeza de asno puesta, la tiene y punto... y se enamora de él.
—¡Ya
la has liao, ttebayo! ¡Si es que eres mu tonto, Kiba!
—Además
Gaara le dice a Kiba que vierta el líquido en los ojos de un chico
que ha visto despreciando a una chica, o sea, Naruto que trataba mal
a Hinata, para que se enamore de ella. Se produce una confusión y
Kiba vierte el líquido en Sasuke, que al despertar a quien ve es a
Hinata y se enamora locamente de ella. Tratando de arreglarlo se lía
más la cosa porque se lo vierte a Naruto que también se enamora de
Hinata y bueno... el resto os lo imagináis, hay unos cuantos
malentendidos.
—Resumiendo
—habló Shikamaru—, Gaara consigue arreglar el entuerto y ellos
lo recuerdan todo como un sueño y también deshace el hechizo de
Ino.
—Pero
ahí no acaba la historia porque Shikamaru y Temari se casan y
entonces Lee y su grupo de teatro espontáneo les obsequian con la
obra más absurda jamás vista y claro, esa obra, dentro de la obra,
también hay que hacerla.
—En
resumidas cuentas —concluyó Shikamaru—, eso es de lo que va ¿Os
habéis enterado de algo? Si no lo habéis hecho, compraros el libro
y leerlo.
—Nosotros
—Akane se dirigió al profesor—, queríamos entregar unos
diálogos que hemos seleccionado, que leyeran unas cositas para ver a
qué tipo de personajes se adaptan.
—Bien,
me parece buena idea, yo me siento aquí y me quedo calladito, todo
vuestro.
—¿Nos
vais a hacer un casting? —preguntó Lee.
—Si,
podría llamarse así.
—¿Hay
personajes para todos? —cuestionó Sakura.
—Si,
incluso alguno nos sobra, alguien tendrá que hacer doblete. Estos
son los algunos diálogos de la obra para ver cómo os desenvolvéis
mejor. Tendremos en cuenta con que personajes os sentís más
cómodos, pero se decidirá teniendo en cuenta todo, vuestra
capacidad de interpretar, de transmitir y cosas así. Primero os
veremos individualmente y luego por parejas, para ver si existe
"feeling" entre vosotros.
—Una
última cosa —habló el profesor—, antes de que se me olvide. El
sábado, después del partido, la directora ha organizado un picnic,
me ha dicho que os lo diga.
—¿Nos
va a invitar?
—Ella
solo pone los autocares y ha buscado el sitio, la comida la pondréis
vosotros.
—Iremos
todos ¿no? —Naruto se puso muy emocionado—. Porque todos
vendréis a animarnos ¿verdad?
—Y
a ver a las animadoras —añadió Kankuro—. Yo no me lo pierdo.
—¡Vamos
a ganar! ¡Vamos a ganar! ¡Si! —jaleaba Kiba.
—Pero
—interrumpió la emoción Neji—, ¿también irá el resto del
instituto?
—Ira
quien quiera, pero solo si ganáis, si no hay victoria no hay
celebración.
—Eso
quiere decir que irán los de 2—1 —Volvió a hablar Neji.
—Seguramente.
—¿No
va a ser muy arriesgado? —preguntó esta vez Gaara.
—Confiamos
en vosotros y en que sepáis mantener vuestras rencillas guardadas.
—¿Y
eso se lo ha dicho a ellos? —interrogó Temari.
—Ellos
también están advertidos.
Sumire
miraba entusiasmada a Shikamaru que repasaba con Akane los diálogos
que iban a entregar.
—Chica
—dijo Tenten zarandeándola—. ¡Baja de las nubes!
—¿Habéis
visto lo interesante que se ve a Shikamaru cuando se pone serio?
—¡Madre
mía! —resopló Jisei—. Tú estás muy enferma.
—Si
que estás rara desde el otro día —confirmó Tenten.
—¡Ay!
—suspiró—. ¡Qué pena! ¡Qué penita!
—Si,
es una pena que siendo tan joven estés ya tan trastornada
—Reflexionó Jisei.
—Será
la primavera, tengo una tontería encima que ni os cuento... ¿Quién
será la chica de la que habla en las cartas?
—¿Vamos
a volver otra vez con eso? —gruñó Jisei—. Porque me estoy
hartando, me estoy hartando mucho.
—¿Por
qué no se lo preguntas a él directamente? —Sugirió Tenten.
—¿Qué
dices? ¿Y decirle que he cotilleado su ordenador?
—Me
refiero a la canción, podrías preguntarle.
—¿Se
puede saber qué estáis tramando? —Akane se unió a la
conversación.
—No
preguntes —respondió Jisei—, no te gustaría la respuesta.
—¿A
que no sabéis una cosa? La madre de Shikamaru me ha invitado a
comer.
—¡Ala!
¿Cómo si fueras su novia o algo así? —Sumire parecía muy
interesada.
—Será
para agradecerte que lo cuidaras.
—Yo
creo que es para examinarme, para mí que se ha mosqueado y quiere
averiguar que pretendo hacerle a su hijo.
—Pues
a ver como te las apañas —La sonrisa de Jisei se hizo muy
maliciosa—, como se entere tu suegra se puede mosquear.
—¿Su
suegra? —Se alarmó Sumire.
—Claro,
la madre de Sasuke, que hasta le presta ropa y todo.
—Olvídame,
loca, o mejor hacedme un favor las tres y olvidadme —dijo Akane
marchándose.
Jisei
y Tenten rompieron a reír muy divertidas, Sumire no estaba muy
segura de entender del todo de que se reían.
—¡Antes
de que os vayáis! —habló a voz en grito Ino—. ¡No os marcheis
que tengo algo que deciros!
En
segundos Ino tenía la atención de todos en ella.
—Tengo
que hablaros de los uniformes de las animadoras.
—Vale,
pues yo entonces me voy —dijo Kiba—. ¿Nos podemos ir ya los
chicos?
—Parece
que tienes mucha prisa —comentó Genma con su palillo en la boca.
—Eso
es cosa de las chicas, ttebayo.
—No
seáis maleducados. Es algo relacionado con vuestras compañeras,
también ellas os aguantan muchas veces y hasta os apoyan.
—Es
cierto —habló Sasuke—. Están haciéndolo por nosotros, por
animarnos y demostrarnos su apoyo. Habla, Ino.
—¿Has
encargado ya las falditas con lentejuelas? —preguntó Tenten.
—No,
no, es mucho mejor —añadió emocionada Sakura.
—¿Nos
va a costar mucho? —Akane parecía alarmada—. Nos dijiste que las
faldas eran muy baratas y que nos íbamos a poner los bañadores del
instituto como si fueran mallots.
—Si,
ya lo se y era una buena idea, no es que fuera lo más glamuroso del
mundo pero estaríamos muy monas pero, gracias a Sasuke, va a ser
mucho mejor.
Ahora
era Sasuke el que tenía la atención de todo el mundo.
—Ino
me comentó lo del uniforme que se le había ocurrido y yo le dije
que si no le importaba podría ayudaros.
—¿Tú?
—preguntó incrédula Temari—. ¿Qué tienes, un negocio de ropa?
—Pues
algo así —contestó Sakura—. Su madre es dueña de una boutique.
—Mi
madre es socia, junto con otras dos señoras, de una tienda —explicó
Sasuke—. Le estuve contando lo de la idea de las animadoras y como
os habíais organizado y se ofreció a conseguir los uniformes.
—Así
que fuimos a verla —continuó Ino—. Sakura y yo.
—Es
un detalle por parte de tu madre —habló Akane—, pero lo mismo
supone un gasto económico que muchas no podemos...
—No
lo entiendes, Akane —interrumpió Sakura—. No tenemos que pagar
nada, los uniformes son gratis.
—¿Gratis?
—Mi
madre puede conseguirlos a precio de coste y a ella le hacen además
un descuento, incluso puede que se los regalen.
—¿Pero
cómo vamos a dejar que tu madre nos compre los uniformes? —preguntó
Jisei.
—Ella
lo hace por su hijo —interrumpió Naruto—. Está acostumbrada a
que sea bastante antisocial, le hace ilusión que haga algo por sus
amigos, dattebayo.
—Más
bien le hace ilusión que tenga amigos —Bromeó Kiba y se echó a
reír junto con Naruto.
—Vale,
pues ya está —habló Ino—. Menos mal que estais de acuerdo
porque los uniformes ya están listos y ahora vamos a recogerlos,
mañana los repartimos.
Tras
varios comentarios sobre el tema y que estaban perdiendo el tiempo
con algo que ya estaba solucionado, la mayoría de los alumnos se
marcharon.
Sasuke
se acercó a Akane que comentaba algo de la obra con Jisei y Sumire.
—¿Queréis
un chicle? —hablaba Sumire enseñando un paquete.
—Yo
sí —respondió Akane.
—¿Quería
algo? —preguntó Sumire al ver como Sasuke las miraba.
—Quería
comentarle otra cosa a Akane.
—¿Es
sobre los uniformes? Tienes que darle las gracias a tu madre pero no
debía haberse molestado tanto.
—Si,
sobre eso quería hablarte. Dice mi madre que se lo puedes agradecer
yendo un día a comer a mi casa.
Akane
hizo un gesto brusco seguido de una tos algo forzada mientras Jisei
se tapaba la boca para impedirse reír a carcajadas y Sumire se
quedaba mirando a Sasuke con la boca abierta.
—Me
he tragado el chicle —dijo Akane mirando de reojo a sus
compañeras—. Perdona, Sasuke ¿qué habías dicho?
—Qué
te invitamos a venir a comer a mi casa.
—Si,
eso crei oir, pero no tiene lógica, si acaso debería invitarte yo.
—Pero
mi madre insiste en que vengas a comer. Puede venir alguna amiga
contigo.
Akane
abrió la boca pero no supo qué decir, se encontraba como aturdida,
no entendía nada de nada y le parecía que todo aquello era un sueño
o una mala broma.
—Ya
hablaremos —dijo dando un par de palmadas en el hombro a Sasuke—,
ya hablaremos.
Se
giró, vio a Jisei que continuaba intentando contener la risa y hasta
lagrimillas se escapaban ya de sus ojos y otra cosa que no le gustó.
Ella
no se había dado cuenta pero Shikamaru también había visto aquella
escena y frunciendo el ceño se dio la vuelta y fue hasta Temari.
—¿Puedo
acompañarte a casa? Tengo algo que preguntarte.
Akane
vio como Shikamaru se marchaba no sin antes dirigir hacia Akane una
mirada que parecía de reproche y Akane, de repente, sintió como
algo se removía en su estómago, a lo mejor eran gases o a lo mejor
el enfado de siempre.
—¿Eh?
—Sasuke había dicho algo y Akane ni le estaba escuchando—.
¿Puedo?
—¿El
qué? —dijo de forma algo enfadada.
—No
te enfades —habló Jisei que parecía haber controlado la risa—.
Romeo sólo quiere acompañarte a casa.
—¿A
mi casa?
—A
tu casa, Akane, por dios —dijo Sumire—, concéntrate, que no
estás a lo que estás.
—¿Y
Sakura y Naruto?
—Ya
se han marchado hace un rato.
—Sí...
bueno... vale...
—Esto
no me gusta nada —comentaba Chouji en voz baja a Ryuko, que también
habían estado observando a sus compañeros.
—El
Uchiha no pierde tiempo moviendo ficha ¿Se lo vas a decir a
Shikamaru?
—Pues
claro. Shika es mi amigo y yo le debo lealtad.
—Pero
él se ha ido con Temari.
—Es
su amiga y creo que quiere hablar con ella, no veo que hay de malo.
—Y
Sasuke querrá hablar con Akane, de la que quiere hacerse amigo,
tampoco veo lo malo.
—No
es lo mismo, no es lo mismo.
—Ahora
entiendo por qué ni Shikamaru, ni Akane, quisieron contarnos lo que
había pasado —Chouji la miró intrigado—. Es por esta tontería
y podíamos haber empezado a discutir, imagínate lo que hubiera
pasado entonces, tú te hubieses puesto del lado de Shikamaru y yo de
Akane.
—Pues
claro, Shikamaru es mi amigo.
—Y
Akane, la mía.
—Pero...
—Suspiró—. Tienes razón. Nos conocen bastante bien.
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