viernes, 7 de febrero de 2020

18. DESCUBRIENDO LO QUE NO ESPERABA

Durante lo que quedaba de clases Sasuke había estado pensando en lo que Shino había comentado. La conversación le resultaba muy reveladora. Recordaba que Shino había dicho "A todos se nos han calentado alguna vez los calzoncillos" y también "¿Crees que nadie ha intentado besarla nunca?" entonces ¿Eso quería decir que el propio Shino había intentado besarla? Cuando hablaba con tanta seguridad es porque lo sabía.
Era difícil imaginarse a Shino perdiendo el control por algo ¿Y Shikamaru? También era inusual ver a ese vago con algo de actividad, pero había oído que se había pegado con Shino y ayer besó inesperadamente a Ino, además Shino no negó que hubiera salido con Akane.
No, eso no podía ser, el recuerdo de las representaciones que hacían en los ensayos, cuando Shikamaru y Akane hacía escenas de enamorados, se iba abriendo paso en su cerebro ¿Qué le molestaba tanto? Intentó pensar en otra cosa pero ¿Por qué besó a Ino si, según Shino, no era un calentón como había dicho? ¿Le gustaba Ino? Tenía que tranquilizarse ¿Qué no tenía otra cosa que pensar? ¿Solo en el de la coleta y las chicas?
Al salir de clase Ino y Sakura se empeñaron en acompañarle. Esta vez no se quejó, sabía que las había preocupado, ellas habían estado pendientes de él toda la mañana. Siempre las consideraba muy pesadas, dando vueltas a su alrededor, gritándose mutuamente y enganchándose a él, sin embargo hoy las veía de distinta manera, eran solo dos chicas que querían ser sus amigas y se esforzaban por gustarle.
—Ino —habló de pronto interrumpiendo la conversación que mantenían las dos chicas—. Tengo una curiosidad ¿Cuándo te besó ayer Shikamaru?
Ino le miró llena de asombro.
—Pues ayer por la tarde.
—¿Y cómo fue el asunto? Quiero decir ¿Sabes por qué lo hizo?
—Ni idea, quizás porque antes estuve con él, ayudándole en una cosa y le pedí que saliese conmigo, creo que le insinué demasiadas cosas, ya sabes como soy, no lo hice con mala intención pero creo que soy demasiado provocativa y claro, debió pensar cosas raras, a lo mejor le provoqué y cuando nos encontramos, pues, no sé, se acordó y se lanzó.
—¿Pero saliste con él?
—No, me dijo que no ¿Te lo puedes creer? Claro, luego se arrepintió.
—Estaba conmigo —añadió Sakura—. Estábamos viendo tiendas. Paseamos y nos los encontramos; a él, y a los demás, ya sabes, pero solo estaban él y Shino.
—Las chicas habían ido al servicio, creo, bueno, ya nos íbamos cuando me cogió y zas,me plantó un beso que me dejó sin respiración. Fue alucinante porque no me lo esperaba y me quedé helada.
—¡Qué vergüenza! Fíjate que estábamos en una de las terrazas, cerca de la entrada de la exposición esa que han puesto, con gente entrando y saliendo, si vieras que horror, todo el mundo miraba.
—¿La puerta de la exposición? —Sasuke iba comenzando a comprender.
—Pero lo mejor fue cuando Sakura le dio el puñetazo y se cayó.—¿Le pegaste?
—¿No has visto que tenía el labio partido? Le metí un buen puño, pobrecillo, luego me dio pena.
—¿Os enfadasteis mucho?
—No porque era Shikamaru y le conozco y se como es, si llega a ser otro voy y le denuncio. Mas bien me dio más bien coraje ¿Está tonto o qué?
¿No se había enfadado? No, claro, no parecía enfadada cuando lo contaba, tampoco cuando hablaba con él, más bien se burlaba bastante.
—¿Tú te enfadaste, Sakura?
—Es que le pegué por bobo, esas cosas no se hacen. Es que me da mucha rabia que los chicos os dejéis llevar tanto por vuestros instintos y no os deis cuenta de que somos personas, no se nos puede tratar con tan poco respeto. Pero bueno, le grité, le pequé y me quedé tan a gusto.
—Más que nada es que no tiene porqué besarme si yo no quiero ¡ya está bien! Que lo pida bien, que se lo gane.
—Casi se diría que te gustó —comentó Sasuke.
—Y me gustó ¿Cómo no me va a gustar? Eso significa que... ya sabes... que no se me resiste. Además fue un beso de esos largos e intensos.
Sakura e Ino reían mirándose.
—Además —continuó Sakura—, que Shikamaru besa de vicio.
De nuevo rompieron a reír.
¿Qué había dicho Sakura? ¿Había oído bien? No podía ser ¿Sakura sabía que Shikamaru...? ¿Por qué lo sabía? ¿Acaso ella...?
—¿Tú sabes como besa el Nara? —preguntó tajante.
Sakura le miró a los ojos, parecía furioso, vaya, vaya, a lo mejor eran celos.
—¿Tu nunca has jugado a "7 minutos en el paraíso"? —dijo a modo de respuesta.
—¿Qué?
—¿No sabes lo que es?
—¿Tú juegas a esas cosas?
Era increíble ¿Cuándo había jugado Sakura a algo así? Evidentemente cuando él estaba en la academia de Orochimaru pero ¿Cómo? Estaba claro que no conocía para nada a nadie.
—Sasuke, no me seas carca —protestó Ino—. Sakura ¿Te acuerdas del día que Hinata se desmayó?
—¿Hinata? ¿Hinata también...?
—No. Eso fue jugando a la botella, le tocó besar a Naruto y cuando estaba a punto, se desplomó.
—Menos mal que Naruto la agarró antes de que se abriera la cabeza ¿te acuerdas?
¿Pero que había pasado mientras él no estaba?
—Solo son juegos, Sasuke —Reía Ino—, solo juegos, no pongas esa cara, no es amor, el amor es distinto.
Era increíble, increíble.
—Algún día tenemos que volver a jugar —continuaba Sakura—. No importa que sea algo infantil, nos reímos mucho.
¿Algo infantil? Definitivamente no conocía a nadie.
—Hablando de otra cosa —Ya no quería oír más—, el sábado tengo el partido de las semifinales ¿querréis venir a animarme?
Las caras de ambas chicas se iluminaron.
—¿Quieres que vayamos a animarte? —preguntaba Sakura con los ojos muy abiertos.
—Me vendría bien. Ya sabéis que soy el capitán del equipo, se espera mucho de mí.
Las chicas chillaban y saltaban de alegría. Había supuesto que les gustaría, quería ser amable, pero no imaginaba que se alegraran tanto.
—¡Claro que iremos Sasuke-kun, y con un pancarta enorme!
Era la primera vez que Sasuke tenía un detalle tan espontáneo y Sakura sentía que podía tocar el cielo.
...
Era por la tarde. Shikamaru sentado en un banco del instituto, con las manos metidas en los bolsillos, miraba el cielo con poco interés. Sentada a su lado, Temari se miraba los pies. Un poco alejados de ellos, en otro banco, Ryuko miraba nerviosa su reloj y la entrada del instituto y Chouji la miraba a ella de reojo sin atreverse muy bien a comenzar la conversación, abrió una bolsa de patatas y le ofreció.
Shikamaru, Chouji y Ryuko estaban allí, esperando a Akane, por culpa de la directora Tsunade. Esa mañana fueron a su despacho para pedirle un préstamo con el que sufragar los gastos que la representación conllevaba.
"...
Shikamaru miraba el papel que Tsunade había escrito con el importe, los intereses y las condiciones para su devolución, arqueó las cejas y chasqueó la lengua.
—Ah, que problemático es todo esto.
Akane, perpleja, no reaccionaba, se encontraba totalmente perdida.
—P-pero —balbuceó —... esto...
—Es lo que hay —dijo Tsunade—. Pensarlo, haced vuestras cuentas, veréis como no exagero, tal vez un poco, pero más vale que sobre ¿no?
—Pe... pero...
—Creerme, he participado en bastantes obras y sé lo que hay.
—Pero, Tsunade-sama, creo que un tres por ciento de interés es bastante exagerado
—Pero, niña ¿Tú sabes lo que cobran los bancos?
—Con todos los respetos, me parece que pedirnos interese es de ser muy usurera.
—¡Vaya con la señorita!— Tsunade la miró fijamente—. Te lo dejo en un dos con cinco.
—Mejor un uno por ciento, con eso es suficiente, teniendo en cuenta que somos unos adolescentes.
—Por eso, seguro que tenéis mucho ingenio para conseguir dinero, además, tanto yo, como los demás profesores os daremos trabajo y extras.
—Uno con cinco, creo que es lo justo.
—Esto— interrumpió Shikamaru—, perdonad que me meta, pero tengo una propuesta.
Tsunade y Akane le miraron curiosas.
—Verás, Tsunade-sama, en lugar de ofrecernos todo este dinero, propongo que nos lo vayas dando según te lo vayamos pidiendo, así, lo que no gastemos, no te lo tenemos que devolver.
—Eres muy listo, jovencito —Tsunade guardó silencio durante unos instantes observando atentamente a los chicos—. Esto me pasa por poner al mando a alguien que utiliza el cerebro. Está bien, de acuerdo, es más, el dinero que podáis devolver antes de Navidad os lo dejo al uno y medio, el resto, ni para ti, ni para mí, señorita negociadora, al dos por ciento.
Akane parecía analizar la propuesta.
—Por mí de acuerdo —respondió Shikamaru.
—¿Y tú, Kumoyuki?
—Que remedio. De acuerdo.
—Bien, le diré a Shizune que redacte una especie de contrato y ahora —Sacó unas llaves de un cajón y las soltó en la mesa—, estas llaves abren el trastero.
—¿Qué trastero?
—Uno que hay en la buhardilla, en el ala donde están los de tercero ¿Nunca os habéis fijado? En la última planta, si miráis al techo veréis una trampilla, estas llaves la abren, es un trastero donde guardamos ¿cómo dice Shizune? "las sombras del pasado". Venid esta tarde, os doy permiso para que os lleveis un baúl lleno de trastos.
— ¿Trastos?
—Son trajes y cosas de otras obras que se han hecho en este instituto, os servirán para los ensayos pero solo son un préstamo ¿entendido?
..."
Y ahora estaban allí. Temari, por lo visto había ido para ver el club de kendo y hablar con el monitor, parece ser que estaba pensando en apuntarse. Aprovechando la casualidad decidió hablar con Shikamaru sobre Itachi, a fin de cuentas ya la había visto con él y eran muy amigos, tenían bastante confianza el uno en el otro.
—Bien, pues ya lo sabes todo.
—Ajá —respondió alzando la vista al cielo—. Va a llover.
—¿No vas a decir nada más?
—¿Va a servir de algo? Sé lo que me vas a contestar, que ya eres mayorcita, que sabes lo que haces, que quien soy yo para meterme en tu vida, que no entiendo nada. Las mujeres sois así, pedís consejos y luego os enfadáis si no decimos lo que os gusta.
—No tengo porqué pedirte consejos a ti.
—Ya lo sé y no lo has hecho, lo que no sé es por qué me cuentas esto.
—Supongo que necesitaba decírselo a alguien.
—Para eso están los amigos. Me alegro de servir para algo. Y dime ¿Sabes bien dónde te estás metiendo?
—Tú no le conoces, es un hombre maravilloso, me trata muy bien.
—Me alegro. Pero me dijiste una vez que te sientes presa de él y de la atracción que sientes hacía su persona.
—Eso es cierto, no lo puedo evitar, me atrae muchísimo, es superior a mí.
—Ten cuidado, las relaciones basadas solo en atracción física no terminan de cuajar del todo.
—Intento huir de él, de veras que lo intento, pero en cuanto le veo, en cuanto le siento cerca de mí, cuando pone sus labios en...
—Vale, vale, a mí no me cuentes esas cosas.
—Shikamaru, por favor, guárdame el secreto, yo se lo diré a mis hermanos a su debido momento. No te lo estoy pidiendo, te lo exijo.
—Mira que eres problemática. Supongo que sabes muy bien lo que quieres ¿no?
—Por supuesto.
—Y quieres a Itachi Uchiha.
—No sé si lo quiero o solo es una obsesión. No estoy segura de nada, por eso no quiero que nadie lo sepa, me sentiría agobiada. Quiero hacer las cosas a mi manera.
—Pues venir a verle al club de kendo no es ser muy disimulada que digamos.
—No es por él. Le comenté a Neji que quería hacer una actividad nueva y me propuso que viniera.
—Ya, pero Itachi es el monitor, mira tú que casualidades tiene la vida.
—Que retorcido que eres.
—¿Quién? ¿Yo? Las mujeres sois complicadas para todo.
—No sé por qué te doy explicaciones a ti.
—Yo tampoco. Pero ten cuidado, nos se escucha nada bueno de Itachi Uchiha.
—No le conoces, nadie le conoce, nadie sabe nada de él. Él no es como Sasuke ha dicho.
—Como sea, tú ten cuidado, no es un crío estúpido como yo.
—Hablando de estúpidos ¿Qué? ¿Tú le has dicho ya algo?
Shikamaru frunció ele ceño.
—Sabes que no lo voy a hacer.
—¿Y tú sabes que eres un cobarde?
—¡Ah, que poco me gustáis las mujeres! ¿A que ahora me vas a echar una charla?
—No, tu sabrás lo que haces, de todas formas, si quieres volver a llorar, ya sabes donde tienes mi hombro.
—Problemática —murmuró dirigiendo de nuevo sus ojos al cielo y Temari sonreía.
...
Después de mucho dudar ya que tenía miedo de que Ryuko pensase que era un cotilla, Chouji se decidió a hablar.
—¿Has hablado con Akane?
—No he tenido tiempo ¿Y tú has hablado con Shikamaru?
—Tampoco, pero le he preguntado por lo de Shino.
—¿Y? —Ruyko también sentía vergüenza de preguntarle.
—Fue por Akane, casi seguro.
—¿Te lo ha dicho?
—No. Shikamaru no me quiso dar nombres. Me dijo que estaba bastante colado por una chica que también le gustaba a Shino. Ya ves que Kankuro acertó de lleno.
—¿Y nada más?
—Por lo visto no se atrevía a hablar con ella porque sabía que le gustaba a Shino y pensaba que no tenía posibilidades pero que un día ella le dijo que le gustaba él.
—Eso suena a pronto de Akane.
—Y él entonces le pidió salir y ella dijo que sí pero el día de la cita ella no podía ir y no sé, no me ha quedado muy claro si es que discutieron o qué, pero el caso es que la buscó y la encontró con Shino y también estaba Jisei... quizás es que Jisei es la chica, también cabe esa posibilidad.
—Puede ser, eso lo veremos luego, sigue, por favor.
—Bueno pues Shino parecía muy "cariñoso" y que dedicaba demasiadas atenciones a "quien fuera". Shino estaba muy enfadado y le dijo a Shikamaru que la olvidara. Dice que le entró una rabia tremenda y le sujetó, quería hablar con ella, Shino dijo que ella no quería hablar con él y sintió tal impotencia que agarró a Shino del cuello y le dio un puñetazo, según él es que no soportaba esa forma de comportarse y que no sabe porqué lo hizo, el caso es que Shino le respondió con su "golpe especial" que le dejo K.O. Y que si no llega a estar allí Jisei lo mismo le destroza, y ya está, se quedó sin chica y sin estómago.
—¿Shikamaru le dio un puñetazo a Shino, así, presa de la ira?
—Creo que los cuernos dan muy mala leche.
—¿Y tú crees que era Akane?
—¿Quién si no? Todo encaja, lo de que iban a salir, que anuló la cita, Shino... a él no se le ha visto con ninguna otra chica.
—Pero a los mejor es alguna que no conocemos, mira que Shino es muy raro y siempre parece que tiene secretos.
—Pues podría ser, pero por lo que te dijo ayer Jisei apuesto a que es Akane, aunque pude que sea la propia Jisei ¿no? Siempre se ha llevado muy bien con las dos.
—¡Es que no me lo imagino! ¿Sabes lo que te digo? Que tienes razón y tiene que ser todo un malentendido, seguro.
—Fijo que sí, estos no han hablado de lo que pasó y así les va.
Un ligero alboroto se organizó de pronto. Los alumnos de las actividades extra-escolares comenzaron a salir de sus clases. Temari se levantó.
—Bueno, voy a ver a Neji y a... el monitor.
—Ten cuidado.
Shikamaru la veía marcharse pensando porqué las mujeres tenían la costumbre de complicarlo todo, de improviso notó que alguien se acercaba por detrás de él.
—Hola, ratoncito —dijo Tayuya sentándose a su lado—. ¿Has venido a verme?
—Hola, Tayuya, yo no debería hablar contigo, lo sabes.
—Mira que eres arisco, con lo que yo te aprecio.
—No le acapares para ti sola —decía Tsuchi Kin sentándose al otro lado—. Este hombrecito tiene una cuenta pendiente conmigo.
—Parece que tengo cuentas pendientes con todo el mundo —Hizo un ademán para levantarse pero Tayuya le retuvo.
—No corras tanto, ratón, que tenemos que hablar.
Shikamaru las miró con cara de aburrimiento, si, si que se sentía un ratón atrapado, otra vez le tocaba aguantarlas ¿Por qué le pasaban estas cosas solo a él?
Akane entraba por la puerta principal acompañada de Ino, que llevaba un centro de flores, según ella alguien anónimo había pedido que lo llevasen a la sala de profesores y lo dejasen allí, llevaba una tarjeta dirigida a la profesora Kurenai y también según ella, no podría ser de otra persona que no fuera Asuma-sensei.
—¡Mira esas guarras! —gritó Ino—.¡Ya están sobando a Shikamaru! Voy a ir para allá y...
—Bah, pasa de eso, total, él ya está acostumbrado, anda, vamos.
Pero Akane no pudo dar ni un paso, un chico moreno se había situado delante de ella.
—¿Ya no se saluda?
—Déjala, Zaku —dijo otro chico situado un poco más alejado, apoyado en un banco.
Zaku se apartó un poco, dejando continuar a Akane.
—¿Sabes, Dosu? A mí me encantan las chicas con gafas, pero las que más me gustan son las rubias ¡Cómo me pones, rubita!
—Venga, no le hagas caso —susurró Akane.
—¿Tú tampoco me vas a saludar, rubia?
—Ho... Hola...
—¿Ves? Los saludos no cuestan nada y te hacen parecer amable ¿verdad?
—¿Qué queréis? —habló Akane, bastante molesta—. ¡No hemos venido a espiaros ni nada de eso!
—¡Que antipática eres! Deberías aprender de esta monada, no solo es guapa, también simpática —Zaku tomó un mechón de la coleta de Ino.
—Pero a esta monada —repuso Ino—, no le gusta que le pongan la mano encima. Suéltame o gritaré tan fuerte que vendrá todo el mundo.
—Vamos, Ino, ignórale, solo quieren provocarnos.
Zaku volvió a cortarle el paso.
—¿Y tú amigo el de los bichos? ¿No viene contigo, gatita?
—¿Por qué? ¿Es que te gusta?
Zaku señaló amenazante a Akane.
—¿Qué has dicho, niñata? ¿Quieres que te parta esa boquita de piñón?
Akane sintió miedo, por unos segundos pensó que Zaku realmente sería capaz de pegarla.
—Lo siento —dijo tratando de contener la rabia que sentía—. Me he pasado, discúlpame.
Sabía que aquella escena podía dar lugar a un grave incidente, que era lo que los de 2-1 siempre pretendían. Zaku se quedó algo perplejo.
—¿Qué sucede? —Uno de los profesores se acercaba—. ¿Qué hacéis aquí fuera?
—No te enfades, sensei —dijo Dosu—. Hemos salido a tomar el aire, ya regresamos ¿verdad, Zaku?
—Si, ya íbamos.
—Bien ¿y vosotras que hacéis aquí?
—Yo traigo este centro que...
—Venga, haced lo que tengáis que hacer y largaos rápido.
Cuando Dosu y Zaku se hubieron marchado Ino respiró fuertemente.
—He tenido hasta miedo ¿tú no?
—Como que ahora tendría que cambiarme, creo que se me han aflojado los esfínteres.
—Mira que eres tonta, no digas esas cosas —rió Ino—, alguien te puede oír y pensar que son ciertas.
Chouji y Ryuko se acercaron a ellas.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Chouji.
—Nada, Dosu y Zaku haciéndose los chulos —respondió Akane—. Lo habitual en ellos.
—¿Qué pasa ahí? —dijo Ino refiriéndose al grupo formado por Shikamaru, Tayuya y Kin al que se había unido también Temari, y ahora, en pié, Shikamaru trataba de poner paz entre Tayuya y Temari—. Estas guarras... voy a poner fin a esto.
Ryuko, Chouji y Akane vieron con asombro como el grupo de acosadoras de Shikamaru aumentaba con una más y se hacía más escandaloso.
—Pobre Shikamaru —comentó Ryuko—. Quizás deberíamos ayudarle.
—¡Bah! —gruñó Akane—. Déjalo que disfrute.
—Pues no parece disfrutar mucho.
—Desde luego, es que esto es difícil de creer —habló Akane mientras se acercaban al ruidoso grupo—. Cuatro tías discutiendo por ese flojeras, creo que el Ragnarok se aproxima.
Pero si los tres que veían aquella escena ya pensaban que era bastante asombrosa no fue nada comparado con lo que iba a pasar: Temari se las había apañado para colocarse al lado de Shikamaru y con un gesto rápido y brusco colocó sonoramente su mano en el trasero del chico ante el asombro de las otras chicas y de él mismo que abrió los ojos desmesuradamente.
—Que quede claro —dijo en voz alta—, este culo es mío.
Silencio.
—¡Pero que basta eres! —gritó al cabo de unos segundo Ino
—Desde luego— comentó Akane—, Temari es única para terminar una discusión.
—¿Qué pasa aquí? —gritó de nuevo el profesor acercándose—. Lo he visto todo, a ver, señorita, ¿le parece bonito ese gesto?
Tayuya y Kin reían con ganas.
—¡Silencio! Ustedes dos tenían que estar ya en los ensayos y usted —Señaló a Ino—, no sé que hace aquí pero no debería estar —Sacó una libreta y un bolígrafo y comenzó a escribir—. Tenéis una falta.
—¿Por qué? —Se quejó Kin.
—Por faltar a los ensayos y la señorita Yamanaka por escandalosa, hay que saber comportarse señorita y no ser una verdulera. Nara, no crea que se va la librar de la falta ¿qué hacía? ¿Provocar a las chicas para que se pelearan? Y usted —Ahora señaló a Temari—, una amonestación grave por conducta indecorosa, esto no se puede consentir. Tome —Arrancó una hoja de la libreta—. Mañana va a hablar con la directora ¿entendido? Además, os recuerdo a todos que las amonestaciones influirán negativamente en el resultado final de vuestra obra. Otra amonestación señorita Subaku y será expulsada 3 días del centro, avisada está. Y ahora venga, cada uno a lo suyo.
Comenzaron a caer gotas de lluvia.
Akane, Ryuko e Ino abrieron sus paraguas., Ryuko cobijó a Chouji y Akane hizo lo mismo con Temari. Ino se ocupó de Shikamaru. El profesor y las dos chicas de 2-1 se marcharon.
—Lo siento, Temari —dijo Shikamaru.
—No, lo siento yo, he sido muy basta, lo sé
—Si Shikamaru no fuera tan pusilánime no abría pasado nada—gruñó Akane
—No, si lo se —continuó Temari—, a veces soy muy bruta. Bueno, me voy, que me estoy empapando y ya sabes —Miró a Shikamaru y le guiñó un ojo—, si necesitas mi ayuda me llamas¡Hasta luego!
—Desde luego ¡que descarada! —refunfuñaba Ino viéndola marchar—. Se lo tiene merecido.
—El que tenía que haberse llevado la amonestación es otro —apuntillaba Akane mirando a Shikamaru que a su vez tenía puesta toda su atención en lo que sucedía unos metros más allá, dónde veía a Temari subirse al coche de Itachi.
—Voy a dejar esto, que pesa lo suyo —dijo Ino.
—Te ayudo —Shikamaru se lo quitó de la manos—. ¿Dónde hay que llevarlo?
—A la sala de profesores, pero mejor no te molestes.
—No es molestia.
Era la oportunidad que necesitaba para hablar con ella, llevaba todo el día queriendo pillarla a solas.

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