martes, 25 de febrero de 2020

31. UN SIMPLE GRACIAS BASTARÁ

Sasuke, Naruto, Kiba y el resto del equipo estaban descansando un poco en su entrenamiento, la mayoría miraba curioso al interior del gimnasio donde las nuevas animadoras ensayaban y perfeccionaban su reciente e improvisada coreografía.
Vale, chicas —dijo Ino—. Lo estamos haciendo muy bien, vamos a descansar un poquito.
Algunas de ellas, como Akane y Jisei se dejaron caer sentadas al suelo.
Estas chicas se lo están tomando muy en serio —Se quejó Akane refiriéndose a Sakura y a Ino y al entrenamiento al que las sometían.
La culpa es tuya por ocurrírsete esta idea —gruñó Jisei.
Pero hay que reconocer que son buenas.
Y yo tonta por seguirte el juego.
Venga, si nos vamos a divertir.
Hay que ver la de tonterías que hacéis algunas por llamar la atención de un chico guapo.
¿Insinúas que lo hago por llamar la atención de alguien?
Mira, ahí lo tienes, mirándote como un idiota —Señaló con la cabeza hacia la entrada del gimnasio, donde estaba Sasuke.
No me mira a mí.
Ah, no, espera, que creo que me está mirando a mí.
Pues podría ¿Quién te dice que no?
Viene hacia aquí, ahora veremos con quien quiere hablar.
Efectivamente Sasuke se acercó a ellas.
Veo que estáis trabajando duro —dijo al llegar.
Sakura es muy buena ¿verdad? —habló Akane.
Esto a Sasuke le resultó chocante, acababa de darse cuenta de que siempre que podía Akane se apresuraba a mencionar a Sakura, era como si quisiera alejar la atención de ella misma, como si se empeñara en centrarla en Sakura.
¿Puedo comentarte una cosa? Es algo personal.
Claro —Akane se levantó pesadamente—. Pero no te acerques mucho a mí, he sudado bastante y seguro que huelo.
Sasuke sonrió, sonrisa que no pasó desapercibida para los ojos de Jisei.
Cuando estuviste reclutando chicas para animadoras no preguntaste a los de 2-1.
No puedo acercarme a ellos, pero pusimos carteles, deberían haberse enterado.
No, si sí se han enterado.
Pues entonces ya está.
Karin querría formar parte de las animadoras.
¿Tú amiga?
Me ha comentado que le gustaría pero teme que como sois vosotras, las de 2-2 las que lo habéis organizado, cree que la discriminareis.
No sé, es de 2-1, teóricamente no debería ni acercarse.
¿Y si te lo pido yo? Ella no tiene nada que ver con esa gente, es buena chica.
Si me lo pide en capitán —sonrió con malicia—… pues le diría que fuera a hablar con la capitanía de las animadoras, es ella quien tiene la última palabra.
¿No eres tú?
No, es Sakura. Vale que yo lo he organizado todo pero ahí acaba mi trabajo, ahora se ocupa ella. A mi no me importaría que Karin participase siempre que tu me asegurases que no va a dar problemas, pero la decisión es de ella.
¿Por qué sonríes así?
Por nada. Veo que te interesas por las fresas ¿eh?
Me estoy dando cuenta de que eres muy mala.
¿Y que vas a escoger entre cerezas y fresas?
¿Sabes que si me miras así me entran ganas de comerme una mandarina?
Lo que tu digas —Akane volvió a sonreír y en ese instante fue cuando Sasuke descubrió que era precisamente esa sonrisa la que le descuadraba su ordenado pensamiento.
A Sakura la idea no le hizo gracia, pero no porque fuera de 2-1, si no porque era la amiga de su Sasuke, muy amiga, y eso le producía muchos celos. Claro que si Sasuke se lo pedía no era capaz de negarse.
Que venga mañana —Asintió a regañadientes—. Pero como se pase un pelo la expulso.
Gracias, Sakura, no habrá problemas, ya lo verás.
El día siguiente fue también un día aburrido para Shikamaru, aún mas molesto que el día anterior. Ya no tenía fiebre pero su madre no le permitió acudir al instituto, prefería aprovechar esa circunstancia para obligarlo a ayudar en innumerables quehaceres. Por alguna de esas razones "lógicas" para su madre, ésta había decidido que ese era el día adecuado para hacer limpieza general.
Cuando llegó la tarde Shikamaru recibió la visita de Neji trayéndole los deberes. El chico hablaba poco y su relación no era mala pero había que reconocer que algunos momentos se ponía un poco tirante, debía ser, pensaba Shikamaru, por el hecho de que Neji se sentía atraído por Temari y eran muchos los rumores que sobre ellos corrían por el instituto. Las relaciones sociales eran muy complicadas y el hecho de que ella e Ino se pasasen el día discutiendo acerca de Shikamaru no ayudaba demasiado a aclarar las cosas, pero bueno, Neji era un chico sumamente formal que nunca se dejaba llevar por sus emociones.
Era martes, eso significaba que habría ensayo, por lo tanto, de tener alguna otra visita, sería una vez acabado éste.
Efectivamente, más o menos cuando Shikamaru calculó, apareció una nueva visita. Atropelladamente entraron Naruto, Kiba y Lee, seguidos por Shino, Tenten, Jisei y Sumire que, por fin, venía sin su pié vendado.
No, Akane tampoco había venido.
Como hacía muy buen tiempo, salieron al jardín y todos comenzaron a ponerle al día sobre lo que había pasado. 
Shikamaru no escuchaba. Naruto gritaba mucho, Lee ponía poses dramáticas, Kiba no paraba quieto, las chicas hablaban y hablaban y reían pero él no escuchaba nada.
¿No va a venir Akane? —dijo por fin casi con un hilo de voz.
Sasuke la ha secuestrado —respondió Naruto con un tono de voz extrañamente tranquilo para él—. La ha llevado a hablar con Tsunade.
Creo que era por algo de las animadoras —añadió Sumire—. ¿Ya sabes que Akane ha formado un grupito para dar ánimos a nuestro equipo? Yo también quería apuntarme pero no me han dejado, dicen que es pronto para mi pie ¡Mira! ¿No ves que ya no tengo muletas?
Es verdad —contestó Shikamaru de forma automática y sin ninguna emoción—. Ya me había dado cuenta, será un alivio.
Además, Sumire —intervino Tenten—, tú tienes que hacer las fotos.
Bueno, animaré a mi manera.
¡Ganaremos, ganaremos, ganaremos! —gritó Naruto.
¡Bien dicho! ¡Les vamos a dar hasta en el carnet! —exclamaba Kiba
¡Nuestro espíritu no desfallecerá porque tenemos el poder de la juventud! —Terminó de sentenciar Lee ante la mirada asombrada del resto.
Vaya show estáis montando —concluyó Jisei.
Y siguieron hablando del partido, de la emoción que tenían, de las animadoras, de lo excitados que se encontraban... pero Shikamaru no escuchaba nada, ahora aún escuchaba menos "Seré estúpido" se decía "¿Se puede ser mas tonto? Como si no la conociera ¿Por qué huye de mí de esta manera? Así que a hablar con Tsunade... si, claro, por la tarde, para hablar de las animadoras... ya. Aunque Akane tuviera que pedir permiso para tener un lugar donde ensayar ¿lo haría por la tarde? ¿No lo habló ayer? ¿Y tenía que ir Sasuke con ella? A lo mejor, como es el capitán del equipo tiene que dar su visto bueno a las animadoras... y yo voy y me lo creo".
Miró al cielo suspirando, vale, todo volvía a la normalidad, bostezó, Naruto hablaba de que Sakura era la capitana de las animadoras y que Ino había escogido unos uniformes muy sexys. Ahora la conversación se centraba en lo que habían hecho durante el ensayo, como Shikamaru no había ido estuvieron practicando la expresión corporal porque Akane no quería hacer nada importante sin él. 
"Mira que detalle" pensó con ironía.
Shikamaru sentía la mirada de Shino sin apartarse de él, no Le veía los ojos pero era evidente que le miraba, quizás Akane le había contado lo que ocurrió entre ellos, también de vez cuando Jisei parecía querer penetrar en su mente. Estaba claro que esos dos sabían algo, bueno, a ver si así él se enteraba.
Así estuvieron hasta que los invitados dijeron que tenían que marcharse. Todos se levantaron, salvo Shino.
Quiero hablar con Shikamaru —explicó cuando le preguntaron si no se iba con ellos—. Tengo un mensaje de Akane pare él, algo de la obra.
Si quieres me quedo a acompañarte —dijo Jisei.
No hace falta, va a ser solo un momento.
Antes de marcharse, Jisei agarró la mano de Shikamaru apretándosela.
Mañana hablamos ¿vale?
Shikamaru se quedó algo perplejo aunque debería estar acostumbrado a las cosas de Jisei, seguramente había visto alguna "perturbación en su aura" o algo así. Después de acompañarles a la salida volvió y se sentó al lado de Shino.
Bueno, dime.
Te voy a decir esto porque considero que te preocupan tus amigos, al fin y al cabo creo que terminarás por enterarte.
¿Sasuke y Akane están saliendo?
Shino le miró extrañado.
¿Eso crees?
O eso o tiene una enfermedad terrible, tú y Jisei estáis de lo más sospechoso.
Ayer en el buzón de sugerencias del periódico Akane recibió una nota.
¿Algún admirador?
Yo diría que no. Por lo visto no es la primera que recibe, al principio eran notas escuetas en las que le decían algo así como "os la vamos a quitar". Ayer fue una nota, algo mas larga y desagradable.
Shino observó como la cara de Shikamaru iba tensándose por momentos.
¿Alguien la está acosando? —habló Shikamaru con la mandíbula apretada.
Creo que no es a ella. Diría que, a quienes sean, les interesa otra persona y utiliza a Akane porque es fácil mandar notas a el periódico. Esta mañana Sasuke y Akane tenían turno de limpieza, cuando llegaron encontraron en la taquilla de Akane una foto de Hinata.
La cara de Shikamaru ya no podía crisparse más. Se levantó.
Ahora vuelvo.
Se levantó en silencio y se marchó. Al rato volvió con un paquete de cigarros y un cenicero. Se sentó, encendió un cigarrillo y aspiró fuertemente.
¿Crees que es sano que hagas eso? —comentó Shino.
Por eso esta tarde Sasuke ha llevado a Akane a hablar con la directora —parecía reflexionar Shikamaru sin escuchar a su compañero.
Hubo un silencio incómodo.
Y ni idea de quien puede ser ¿no?
Si. Seguro que son de 2-1, no se quienes, si el grupo de Kabuto o el de Pain, pero me apuesto el cuello a que son ellos que nos quieren provocar.
¿Lo sabe Naruto?
No, no nos hemos atrevido a decírselo, ya sabes como es, se puede poner muy nervioso.
Le puede dar algo si sabe que alguien anda con fotos de Hinata.
No es para menos. 
Pero debería saberlo.
Hemos pensado que tú eres el mejor para decírselo.
¿Crees que van detrás de Hinata?
Lo que creo es que Hinata es una de las más vulnerables de toda la clase, no se meten con Temari, no.
Es alguien de 2-1, seguro, quieren provocarnos, nos atacan amenazando a quien saben que más vamos a proteger.
Nos quieren poner nerviosos.
Si le hacen algo a Hinata no podremos controlar a Naruto y tampoco querremos hacerlo pero es que además ¿Te imaginas la reacción de Neji o Gaara?
Sin contar con Kiba o Temari… son muy listos, metiéndose con Hinata se garantizan que al menos la mitad de la clase reaccionará y no muy pacíficamente. Pasará como el año pasado, al final nosotros quedaremos como unos violentos.
¿Quién sabe esto?
Sasuke estaba con Akane y menos mal, si no hubiera estado a saber la que organiza Akane, no está de muy buen humor de un tiempo a esta parte y ya sabes como es cuando está de malas y le tocan las narices.
Ahora que lo dices ¿Qué le pasa? Y no me digas que nada, se que le pasa algo.
¿A ti no te ha dicho nada?
Ya sabes que a mi no me quiere decir nada.
¿Y no sospechas que es lo que le pasa?
Creo que el otro día hice algo que le molestó, pero no se el qué, es que tengo como “lagunas”, no se, mis recuerdos están borrosos.
No creo que eso tenga que preocuparte.
Es que no estoy seguro pero creo que le dije que la quería.
Shino sonrió sutilmente.
Akane dice que tuviste mucha fiebre y que deliraste pero no es eso lo que la tiene molesta, quédate  tranquilo que aunque la agobiante un poco no te propasaste.
¿La agobié?
Según Chouji te pegaste a ella como una lapa y no había forma de separate.
Mendokusei…
Shino se levantó.
No está enfadada contigo por eso. Akane está pasando un mal momento, sus padres quieren que deje el instituto.
¿Cómo es eso? ¿A mitad de curso?
No se decirte, quizás la dejen terminar el curso aunque Akane dice que si no va a poder terminar bachillerato pues casi que le da igual dejarlo ya.
Pero eso no puede ser ¿Qué razón hay para que quieran que deje el instituto? 
El dinero. La madre de Akane exige a su padre la mitad de la manutención de sus hijos.
Pero la madre se volvió a casar.
Si pero es el acuerdo que firmaron o algo así. El caso es que el padre tiene otros dos hijos y, como has comentado, la madre se volvió a casar, así que pidió una revisión de la sentencia y los jueces han dicho que como Akane es mayor puede dejar de pagar esa parte.
Entiendo. O sea que la madre ha protestado y ha dicho que se vaya con su padre.
Más o menos, hay otras cosas pero se puede resumir en eso. En fin, que te lo cuente ella, yo me marcho. No fumes más y piensa en lo de Hinata.
Te acompaño y gracias por decírmelo, me refiero a todo.
Nada más cerrar la puerta tras Shino, Shikamaru se encontró a su madre frente a él.
Voy a salir ¿Te pasa algo? No tienes buena cara —dijo tocándole la frente—, pero no parece que tengas fiebre.
No me encuentro bien, me duele la cabeza.
Tómate una pastilla y no salgas más al jardín, a ver si vas a empeorar.
Sólo es un simple dolor de cabeza, no te preocupes. Voy a tumbarme un rato y se me pasa.
Antes de subir a su habitación Shikamaru retiró las “pruebas” de que había estado fumando, solo faltaba que su madre se diese cuenta y tener que aguantar una de sus interminables charlas.
Shikamaru no tenía dolor de cabeza pero no había mentido en lo de que no se encontraba bien. Tenía un gran desasosiego interior, algo que no podía definir bien, entre nervios, desilusión y preocupación.
Ahora parece que comprendía un poco las reacciones de Akane, quizás no estaba enfadada con él, quizás lo único que le pasaba es que estaba demasiado preocupada por su situación personal.
Si tan sólo ella se lo hubiese contado… él podría haberla escuchado y a lo mejor animarla o… lo que fuera…
¿Cómo podría ayudarla?
Aunque luego estaba el tema de lo de Hinata, que también era preocupante y debería hablar con Naruto.
Pero ¿cómo podría ayudar a Akane?
Tendría que hablar con ella y que le confirmase su situación pero claro, ella no querrá hablar con él porque es una cabezota y una rencorosa y además nunca quiere escucharle, eso es lo que le pasa, que no quiso escucharle el domingo y por eso se enfadó, porque no le deja nunca explicarse.
Ella era una tozuda y él era tonto. Tonto por no darse cuenta de nada, tonto por hablar de más, que problemático era todo.
Problemático como eso de decirle “te quiero” ¿Por qué tuvo que decírselo? Parece que la fiebre le daba “verborrea”.
“…
No lo estaban pasando demasiado mal. Tras la discusión Akane parecía haberse tranquilizado. Sentado a su lado, Shikamaru la miraba continuamente, la notaba algo distraída aunque pensó que era aburrimiento por pasar la tarde del sábado en casa de un enfermo al que no soportaba.
Shikamaru se arropó con la manta, cada vez se encontraba peor.
Tienes una pinta horrible —comentó Akane mirándole con preocupación.
Mendokusei…
¿Te tomaste algo para la fiebre?
Se me olvidó.
No te muevas, dime donde está, yo te lo traigo.
No iba a discutir con ella, ya sabía como era, ella lo tenía que hacer todo.
Mira en el servicio, en un armario blanco, abajo, hay una caja blanca, es el botiquín, las pastillas están allí.
Vale, tú quédate aquí, yo te las traigo, espera, abre la boca, abre… más… ¡uy que anginas se te están poniendo!
No seas exagerada.
Shikamaru sentía cada vez más frío, era un frío que nacía desde el interior y le obligaba a tiritar de manera incontrolada, además le dolía cada vez más la garganta. Akane regresó con dos cajas de medicinas y el termómetro.
Toma, ponte el termómetro ¿Cuál de estas has tomado?
No, ninguna, era una de esas para los resfriados.
Entonces tenía lo mismo que esta. Bien, pues te doy la otra. Tienes que alternar las dos ¿sabes?, te las tienes que tomar cada 6 horas y si tienes mucha fiebre cada 4 ¿me estás escuchando? Voy a por un vaso de agua, de todas formas debes ir la médico, esa garganta necesita antibiótico.
Y luego dirá que no le gusta organizarlo todo —dijo mientras la veía marcharse.
Akane miraba el termómetro torciendo la boca.
Te está subiendo mucho la fiebre, es lo que tienen las anginas ¿te duele la garganta, verdad? —Le tocó el cuello palpándole la garganta—. De veras que eres un inconsciente, Sumire me dijo que volviste a salir sin cambiarte, no se para que quieres tanto cerebro, muy inteligente para unas cosas y hay que ver que tonto para otras.
Mendokusei, no puedo ni discutir contigo, creo que estoy agonizando —Cerró los ojos y echó las cabeza hacia atrás, de repente cada vez sentía más calor y se encontraba más mareado.
Shikamaru, estoy preocupada por tu fiebre, deberías refrescarte un poco. Voy a ver si encuentro una palancana y unos paños o algo, ahora vuelvo.
Después de rebuscar por los armarios del servicio encontró un barreño chiquitito y unas toallas pequeñas.
Menos mal que tu madre es súper ordenada, en mi casa sería imposible que una extraña encontrase algo sin sufrir un accidente —Pasó su mano por la frente de Shikamaru que  no se movió, parecía haberse dormido—. ¡Madre mía! ¡Madre mía! Shika, Shika, despierta, venga vamos, que nos vamos a la cama.
¿Qué pasa? —Se quejó lastimosamente.
Venga, vamos levántate, venga yo te ayudo.
¿Qué haces? —dijo al notar que tiraba de él.
Venga, levántate.
Shikamaru abrió los ojos.
¿Qué quieres?
Que te levantes, te advierto que soy muy bruta y o te levantas y vamos a tu cama o a empujones te meto en la bañera, tu decides pero esta fiebre hay que bajarla.
Está bien, menuda lata —dijo levantándose y tratando de mantener la posición horizontal—. ¿Tanta fiebre tengo?
Mucha, pero no te preocupes que Akane está aquí. Venga, apóyate en mí.
Cuando llegaron a la habitación de Shikamaru, no sin bastante esfuerzo, Akane retiró el edredón y él se dejó caer en la cama, aquella fiebre era la suficientemente molesta como para que no se plantease discutir nada. La chica le subió las piernas.
Shikamaru, atiéndeme, presta atención a lo que te voy a decir: me voy a preparar el agua pero cuando vuelva espero verte con la menor ropa posible, si te vas a poner un pijama que sea de verano, hazme caso o te lo quitaré, te juro que lo haré.
¿Me vas a desnudar?
Puedes apostar a que si, no será la primera vez que vea unos calzoncillos, ciervito.
Cuando regresó Shikamaru ya estaba acostado y arropado.
No te arropes tanto, tenemos que bajar esa fiebre.
Has tardado mucho.
He llamado a Chouji, ha dicho que su madre avisará al médico.
Mendokusei, estáis exagerando.
Tus anginas no opinan lo mismo —Akane mojó una de las toallas en el agua, la escurrió y la colocó en su frente—. Alivia ¿verdad? Tú relájate y déjame a mí, soy experta en bajar la fiebre. Si quieres puedes dormirte.
Shikamaru no podía discutir, reconocía que se encontraba fatal, no recordaba sentirse tan mal en mucho tiempo. Akane mojó otra toalla y se la pasó por la cara, el cuello y los brazos. Shikamaru entreabría los ojos y la miraba, verla allí, ocupándose de él, con aquel gesto de preocupación, dedicándole atenciones era muy agradable; la miró con atención, poniendo todos los sentidos en captar cada movimiento, en grabarla mentalmente para poder recordarla así. 
Proceso terminado, cerró los ojos.
Esto te refrescará —decía Akane con un extraño tono suave y maternal.
Oye —habló con voz afónica.
¿Si?
Cuando venga Chouji te marchas.
No, no voy a marcharme.
Se te va a hacer tarde.
Ya he hablado con Ryuko, ella y Jisei se van a quedar con Kenta, yo me quedaré aquí, ayudando a Chouji.
No seas tan problemática.
No lo hago por ti, lo hago por Chouji, no quiero que pase la noche él solo cuidando a un enfermo.
Te quiero —No sabía porqué lo había dicho, las palabras salieron solas de su garganta y casi se asustó de oírse.
Vale —respondió Akane con toda tranquilidad mientras intentaba refrescarle y conseguir que su temperatura bajase. Tenía mucha fiebre, más de la que Akane consideraba "normal" en una enfermedad, seguramente tanta fiebre estaba empezando a hacerle delirar.
Te quiero —repitió
Claro —Estaba más preocupada por la temperatura que por lo que decía, lo mejor hubiera sido que se bañase pero a ver como lo metía en la ducha.
Mucho.
Akane estaba acostumbrada a bajar la fiebre de sus hermanos, así que sabía muy bien donde debía insistir más, como en las articulaciones, por eso subió los pantalones el pijama del chico y también refrescó sus piernas.
Te quiero mucho.
Lo sé —contestó automáticamente, como quien responde sin haber escuchado lo que le decían.
Te quiero.
Que sí.
Te quiero más que a nadie en el mundo.
Gracias. Toma, ponte el termómetro otra vez.
Akane…
¿Qué?
Esta vez no contestó, el sueño y la fiebre le habían rendido, Akane suspiró.
¿En quien andarías pensando?
…”
No. Seguro que Akane no estaba molesta por eso, seguro que pensó que era por la fiebre y porque se sentía agradecido.
Agradecido…
¡Eso era! Ahora lo recordaba y ya sabía porqué.
Akane había pasado allí toda la noche, bajó su fiebre, habló con el médico y se ocupó de darle la medicina. Sabía, por Chouji, que pasó casi toda la noche despierta y que al día siguiente no quiso volver a su casa por lo menos hasta volver a hablar con él médico.
Después se quedó dormida en el sofá, estaba muy cansada y Chouji llamó a Ryuko para ver si ella y Jisei podían seguir ocupándose de su hermano. Cuando se despertó ayudó a Chouji a preparar la comida e intentó que Shikamaru comiese algo que vomitó a los pocos minutos.
Mientras Chouji acompañaba a Shikamaru al baño para asearse, Akane aire la habitación y cambió las sábanas.
Shikamaru había olvidado darle las gracias, quizás era todo lo que Akane necesitaba oír, un simple y sincero “gracias”.
“…
Shikamaru se encontraba bastante mareado, tenía la sensación de que tumbado el mareo era aún mayor, así que decidió levantarse, tenía calor, se acercó a la ventana y la abrió. Entraba un aire fresco que le hacía sentirse mejor. En esos momentos Chouji y Akane estaban comiendo, desde luego que cabezota era esa muchacha ¿por qué tenía que quedarse? Nunca entendería a las mujeres, les encanta hacer de madres, era algo angustioso, aunque reconocía que le gustaba sentirse cuidado por ella. Pero se sentía mal, pensar que por su culpa ella había pasado mala noche Le incomodaba.
Se acercó a su escritorio, abrió un cajón y sacó un paquete de cigarrillos. Mientras se encendía uno volvió a la ventana-
¿Qué haces fumando? —La voz de Akane firme e irritada le sorprendió.
Solo es un pitillo.
¿Eres tonto o qué? ¿No ves como estás?
Akane le quitó el cigarro y lo apagó en el alfeizar de la ventana.
¿Sabes que eres muy molesta?
…”
No fue una frase dicha con mala intención, solo fue una frase como las que tantas veces decía Shikamaru pero a Akane esas palabras se le clavaron en el alma. Sería porque estaba cansada o porque llevaba un rato pensando que estaba haciendo el ridículo quedándose allí, el caso es que le dolieron, le dolieron como hacía mucho tiempo no le dolía un menosprecio. Estaba claro que por lo que fuese, se encontraba muy sensible.






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