Solo
un poco de atención
Al
final, entre unas cosas y otras se habían juntado para ir al zoo:
Kiba, Tenten, Naruto, Sakura, Sasuke, Sai, Ino, y Hinata, ya que Neji
era quien iba a acompañar a Hanabi al cumpleaños del hermano de
Shino.
Desde
la conversación que Sakura había mantenido la tarde anterior con
Sasuke, su mente no había tenido ni un descanso. Sus pensamientos
iban y venían continuamente de Sasuke a Ino, de las palabras que
Sasuke le había dicho a las que había oído de boca de Ino. Sakura
se sentía muy agitada e incapaz de ordenar sus pensamientos. Por un
lado no sabía que aptitud debía tomar con Sasuke, no sabía que
entender exactamente, ella quería a Sasuke pero ¿debía ir
corriendo tras sus palabras como un perrillo? ¿No debería hacerse
valer un poco? A fin de cuentas ella era una persona y creía que
como tal se merecía un poco de valoración, puede que estuviese loca
por él pero no quería ser su sombra, quería ser alguien, quería
ser Sakura.
Luego
estaba el problema de Ino, no podía apartar la vista, no podía
hacer que no sabía nada, Ino era su amiga, siempre había estado a
su lado, sabía que podía contar con ella ¿cómo la iba a
abandonar? Claro que, dicen que no hay mayor ciego que aquel que no
quiere ver y si ella no reconoce que estaba empezando a actuar de una
forma "rara" no iba a poder ayudarla ¿Y que hacía? Si le
decía algo lo mismo se enfadaba con ella.
No
hacer nada, dejar que el tiempo trascurriese y ver lo que ocurría no
parecía una solución aceptable.
Pero
Sakura no era la única preocupada por una amiga. Ino también lo
estaba por ella. En un intento de demostrarle a Ino que eran amigas,
que confiaba en ella, con la esperanza de que al ver Ino que ella le
contaba algo importante, se atreviese también a contarle algún
secreto, Sakura le contó a Ino toda la conversación que había
mantenido con Sasuke, quizás así se crease un ambiente de
confesiones entre ellas porque para que alguien confíe en ti hay que
confiar primero en ese alguien.
Ino
se lo estaba imaginando, por alguna razón Sasuke querría pasear con
Sakura, así que de mala gana escuchó todo lo que Sakura quiso
contarle, era su amiga y se supone que las amigas se contaban todo,
que te gusta contarle a tu amiga esas cosas emocionantes y compartir
tu alegría con ella, aunque Ino no veía nada emocionante ¿Cómo
iba a alegrarse por Sakura si presentía que algo no iba bien en esa
historia?
Ino
la escuchó con paciencia, ella ya lo sabía, sabía que pasaba algo
¿de que iba Sasuke? ¿A que venía eso de querer saber sus
sentimientos? Desde luego que no podía ser más egoísta.
Se
encontraban frente a la zona de los monos. Todos reían, estaban muy
atentos a cierto espectáculo que estaban dando los animalillos;
había un mono que debía ser el macho alfa del clan, tenía una
aptitud altiva y parecía mirar a los demás con condescendencia, una
mona se acercó a él y comenzó a llamar su atención, pero el mono
no la hacía caso, no tardó en aparecer otra y después otra y él
no hacía caso a ninguna; se levantó orgulloso y cambió de sitio,
una de la monitas le siguió y él continuó ignorándola, es más,
llegó un momento en que incluso la apartó de su lado con un
manotazo.
—No
se a quien me recuerda ese mono—dijo Kiba con cierto tono de burla.
—Calla
y no seas malo —Le recriminó Tenten.
—Es
que me resulta familiar ¿a ti no, Naruto? Mira como espanta a las
monas que van detrás de él.
—¡Es
como Sasuke! —gritó Naruto—. ¡Vaya que si!
Todos
reían, incluso Sai esbozaba aquella enigmática sonrisa habitual en
él.
De
improviso algo llamó la atención de aquel altivo mono, una pequeña
mona, sucia y desgarbada, se balanceaba sin hacer mucho caso al
alboroto que las demás habían organizado en torno al "jefe",
no era la única que le ignoraba pero sí la única que llamó su
atención. El mono se acercó a ella, la monita le miró y se alejó.
Esto pareció mosquear bastante al macho alfa que golpeó con fuerza
el suelo y gritó. Todos los monos guardaron unos instantes de
silencio para, dejar paso a un gran revuelo de gritos y saltos de un
lado para otro mientras la monilla intentaba huir sin éxito del
colérico líder.
Hubo
bastantes comentarios, algunas risas y bromas sobre lo que estaba
pasando en aquel recinto, pero Naruto permaneció en silencio mirando
con ojos muy abiertos lo que sucedía, Sasuke, a su lado, había
girado su mirada hacia el suelo.
—¿De
veras crees que soy como ese mono? —preguntó en voz baja a Naruto.
Naruto
seguía con sus azules ojos clavados en aquel alboroto.
Sasuke
se apartó de su lado siendo sustituido casi de inmediato por Kiba.
—Te
has quedado muy serio ¿Sigues preocupándote por la mona que ha sido
ignorada?
—¡Vamos,
chicos! —gritó Tenten—. ¡No os quedéis atrás!
Todos
reanudaban su paseo salvo Kiba y Naruto que seguían mirando a los
monos.
—Sasuke
no es un mono, él nunca haría algo así.
—No,
no digo que haga eso pero fastidiar si puede fastidiar.
—¿Por
qué desconfiáis tanto de él? ¿Por qué seguís sin creerle?
—Porque
estamos hablando del mismo Sasuke que te dijo que le dejaras en paz,
por el que casi te meten una paliza. Quizás tú has olvidado lo que
pasó pero yo recuerdo muy bien mi encontronazo con Sakon y Ukon y él
actuó como si no le importase nada.
—Él
estaba muy confundido pero ha demostrado lo que ha cambiado.
—Y
nosotros le estamos volviendo a ofrecer nuestra amistad y confianza,
espero que no la traicione. Venga, vamos con los demás.
Naruto
sabía perfectamente que aún quedaban muchas sospechas, en general
todos parecía haber aceptado la vuelta de Sasuke, eran amables con
él y tolerantes, pero claro, hay cosas más difíciles de olvidar
que otras, es algo que solo el tiempo puede solucionar.
La
hora de la comida fue muy entretenida, Sakura, Ino y Hinata se habían
empeñado en preparar comida para todo el mundo, eso era algo que
Tenten no llegaba a comprender, esa manía de que las chicas tenían
que preparar la comida para los chicos, como si los chicos fuesen
seres inútiles incapaces de nada, siempre tenían que se ellas y eso
le parecía que era ya una costumbre muy desfasada.
Lo
que pasaba, a juicio de Tenten, era que los chicos eran unos vagos y
unos aprovechados, allí estaban, por supuesto Sasuke sabía que
Sakura iba a prepararla, Naruto esperaba que Sakura le invitase a
compartir su almuerzo, además Hinata había hecho con mucho amor
comida para él. Sai no, él se había preparado una ordenada tartera
y Kiba… bueno, él con unos bocadillos preparados deprisa y
corriendo tenía bastante. Lo que a Tenten ponía nerviosa era la
actitud de las chicas, estando ya en el siglo XXI ¿por qué tenían
que ser tan… complacientes?
Todos
reían y comentaban cosas sin mucho sentido. Extrañamente Ino
parecía algo ausente de la conversación. No se encontraba demasiado
animada, había preparado la comida y le gustaba ver como era
halagada y apreciadas sus dotes culinarias, pero solo el pensar en la
cantidad de calorías innecesarias que se veían por allí le hacía
sentirse muy incómoda. Sakura la observaba disimuladamente e
insistía en que probase lo que ella había cocinado. Ino resopló,
tendría que comer algo si no al final la pesada de Sakura terminaría
ofendida, esa noche le iba a tocar hacer un extra en la bicicleta
estática que tenía en su casa.
Pero
no era lo único que tenía inquieta a Ino. Miraba a Sakura y la veía
radiante y luego miraba a Sasuke y no veía cambio en él, seguía
igual que siempre, con su misma actitud, actitud que si bien a Ino
antes le resultaba muy "cool" ahora le molestaba.
Dirigió
su mirada a Sai, siempre le gustó, quizás porque le recordaba a
Sasuke. Ella en bastantes ocasiones había intentado llamar la
atención de Sasuke pero reconocía que no estaba enamorada de él,
era más querer llamar la atención, querer demostrar que podía
hacer que se fijase en ella, competir con Sakura, ambas eran muy
competitivas la una con la otra e Ino no podía permitir que Sakura
la aventajase en nada y ahora parecía que ya la había vencido ¿le
daba rabia? No, en realidad le daba igual, la sensación de que algo
iba mal era más fuerte que sus deseos de vencerla.
Sai
era un chico algo extraño, siempre medía con mucho cuidado lo que
decía pero a veces, intentando ser franco y amigable resultaba ser
demasiado sincero. A Ino le gustaba, era algo soso pero le gustaba,
incluso en un par de ocasiones habían llegado a tener algo parecido
a una cita. Tal vez Sai era precisamente lo que necesitaba Ino, un
poco de atención, a lo mejor lo único que le pasaba era que no
soportaba que Sakura la superase y por eso sospechaba de Sasuke. Si,
a lo mejor solo era eso. Ella necesitaba que alguien la hiciese caso,
necesitaba sentir que era "algo" para alguien, nadie podía
entenderla, era esa necesidad de sentirse querida y aceptada la que
la estaba comiendo por dentro, la que la llevaba a enfocar toda esa
ansiedad en ella misma, en verse y sentirse perfecta por fuera como
si al hacerlo también fuese a sentirse perfecta por dentro.
Quizás
la respuesta a ese desasosiego interior estaba simplemente en
conseguir que algún chico la hiciese caso, sentirse importante para
alguien pero ¿Quién? No tenía ganas de andar buscando por ahí, ir
a la caza de algún extraño, ni de intentar conocer a alguno de sus
admiradores del instituto.
Shikamaru
no era una opción a tener en cuenta, era su amigo y ya había
intentado salir con él y era algo inútil, por más que lo intentaba
siempre terminaba viéndole como a un amigo, para pasar un rato en el
que ambos estaban aburridos estaba bien pero tenerlo como pareja
resultaba algo pesado. Tampoco podía contar con Chouji, aunque era
muy buen chico no se adaptaba exactamente a lo que ella esperaba.
Gaara… muy inaccesible, Lee… le gustaba Sakura, Shino… extraño,
Kankuro… a lo mejor resultaba demasiado lanzado, Naruto, otro que
estaba loco por Sakura, además a Hinata le gustaba Naruto y tampoco
quería molestarla, Neji… muy serio. Estaba visto que el mejor era
Sai.
Estaba
decidida cuando algo le llamó la atención, algo al lado de Sai,
algo que se le había pasado por alto, que siempre estaba allí y
nunca había mirado bien: Kiba.
Kiba
reía alegremente bromeando con Naruto sobre cualquier tontería
ajeno al interés que acababa de despertar en Ino. De pronto sus ojos
se habían dirigido hacia ese chico que no paraba de moverse y le
encontró muy atractivo ¿Desde cuando Kiba le parecía tan
atractivo? Le conocía desde hace mucho tiempo y nunca se había dado
cuenta ¿por qué nunca se había dado cuenta? ¿Sería porque no
parecía tomarse nada en serio? ¿Por sus continuas bromas y
gamberradas? ¿Sería porque estaba cegada por Sasuke y su perfección
en todo? Kiba era algo mal hablado, bastante brusco, no prestaba
atención pero Kiba… Kiba era muy guapo. Su pelo alborotado, sus
ojos, la expresión de su boca le daban un aspecto salvaje y muy
sexy, además que el resto de su cuerpo se veía pero que muy bien
¿Cómo había dejado ella pasar semejante pastelito? Kiba tenía
algo especial, atrayente, era como si las hormonas estuviesen
escapando de su cuerpo, como si le sobrasen y fuera esparciéndolas.
Ino sintió un escalofrío la pensar como sería besar a un chico que
se veía tan apasionado.
Kiba
en esos momentos se ponía en pie.
—Es
la hora de comer de los lobos ¿vamos a verlo?
—Ver
de comer a unos depredadores no es muy bonito—repuso Ino.
—Va,
Kiba, descansa un rato, ahora iremos todos—Se quejó Sakura.
—Bueno,
yo voy, si alguien quiere venir, que me siga.
—Yo
voy —dijo Tenten—. Me apetece ver a los lobeznos ¿Habrá
lobeznos, no?
—Seguro,
venga, vamos.
Kiba
y Tenten se alejaron charlando animadamente.
—Vaya
dos —comentó Sakura—, algún día deberían decidirse.
—Perdona
pero ¿a qué? —preguntó Sai.
—¿A
que va a ser, dattebayo? A salir juntos, total ya es casi como si
fueran pareja.
—¿No
te habías dado cuenta? Apuesto a que estos terminan juntos.
—Pensé
que eran muy buenos amigos.
—Si,
demasiado buenos amigos.
—Si
Tenten no intenta nada con él —habló Ino—, será porque no le
interesa.
—Vamos,
Ino pero si se les ve a la legua, son perfectos.
—Lo
serán pero si Tenten no hace nada por algo será. Yo creo que solo
le ve como a un amigo y Kiba lo mismo, cuando te gusta una chica no
actúas de esa forma.
—¿Cómo
debes actuar cuando te gusta una chica?—Volvió a preguntar Sai
intrigado, eso era algo que a él le interesaba mucho ¿cómo había
que actuar cuando una chica te interesaba?
Kiba
miraba entusiasmado como la manada de lobos comía, parecía estar
captando con todos sus sentidos aquel momento, grabándolo en su
mente para no perderse ni un detalle.
—Veo,
veo —dijo de pronto Tenten.
Kiba
la miró sonriendo, aquel era un curioso juego que tenían entre
ambos, cuando querían decirse algo que no parecía venir a cuento y
no sabían como.
—¿Qué
ves?
—Al
chico que más está disfrutando de este día.
Kiba
volvió a sonreír abiertamente.
—Veo,
veo —dijo a su vez.
—¿Qué
ves?
—A
la mejor compañía que podía tener en este día.
Los
dos echaron a reír. Siempre estaban muy a gusto el uno con el otro,
tenían esa extraña confianza en la que podían decirse cualquier
cosa, esa confianza que hacía que te sintieses cómodo al estar en
compañía de un amigo.
A
Kiba le gustaba ver reír a Tenten, tenía una risa alegre y hasta un
poco cantarina
Le
gustaba mucho compartir esos momentos con ella, hablar o simplemente
disfrutar de la compañía del otro, eso era lo que le gustaba de
Tenten, era un chica sencilla con gustos sencillos que disfrutaba de
cosas sencillas, con la que se entendía perfectamente, le gustaba
compartir esas cosas sencillas con ella, charlar, reír, jugar…
cosas sencillas.
—¿Qué
tal con Neji? —preguntó Kiba.
—Bien,
no veo porqué iba a ir algo mal, somos amigos.
—Por
ahí se dice que te gusta.
—Claro
que me gusta, es muy guapo pero no estoy enamoraba de él.
—Sabes
que si puedo ayudarte en algo, lo haré.
—Eso
ya está superado, somos amigos y punto. Fue una estupidez de niña
pequeña.
El
resto de sus amigos se reunían con ellos. Ino era la única que
estaba más rezagada, parecía muy distraída hablando por el móvil.
Cuando terminó su conversación se dirigió con gesto importante a
sus amigos.
—Chicos,
me tengo que ir.
—¿Ya?
¡Pero si es muy pronto, dattebayo!
—Es
que me ha llamado Chouji, necesita mi ayuda. Por lo visto Shikamaru
se encuentra bastante mal y sus padres no están. Él le ha estado
cuidando toda la noche y está cansado, me ha pedido si puedo ir a
echarle un mano.
—¿Qué
le pasa a Shika? —preguntó alarmado Naruto.
—Parece
que el otro día estuvo bajo la lluvia y se empapó. Tiene bastante
fiebre y el médico ha dicho que no se quede solo, está mareado,
vomitando, en fin, que voy a ver si ayudo a Chouji que debe estar
agotado.
—¿Chouji
ha estado cuidándolo toda la noche? —Se asombró Sakura.
—¿Y
cómo no ha avisado a nadie? —Añadió Tenten.
—Por
lo visto ha estado ayudándole Akane, pero claro, se tiene que ir y
él solo se apura un poco.
—¿Y
si vamos todos? —propuso Naruto—. Le animaremos.
—No
creo que sea buena idea, Naruto —contestó Sakura—, seguro que no
tiene ganas de nada.
—Te
acompaño —dijo Sasuke—. Por lo menos hasta su casa.
—No
hace falta, gracias, Sasuke, pero puedo ir sola perfectamente.
—No
es ninguna molestia. Te acompaño.
—¡No
—Se apresuró a decir Naruto—. Iré yo, tú quédate y cuida de
Sakura.
—¿Tu
eres tonto, Naruto? —gritó ésta—. ¿Es que necesito yo que me
cuiden?
Kiba
observó a Hinata mirar algo apurada a Naruto, parecía querer decir
algo y no se atrevía. Suspiró.
—Iré
yo —dijo—. Total, vivo cerca de Shikamaru, me queda de paso.
—¡Qué
no hace falta que me acompañe nadie!
Sai
miraba a cada uno de sus compañeros. Aquella situación se le
antojaba algo absurda, no entendía ese afán por acompañar a la
chica, quizás era para que no se sintiese sola.
—Yo
voy contigo, Ino —habló al fin—. Tengo que irme de todas formas
dentro de un rato, tengo algo que hacer.
Aquello
a Ino no le pareció mal, al fin y al cabo Sai era su primera opción.
—Está
bien, Sai me acompañará, si no te molesta, claro.
—Por
supuesto.
Naruto
miraba a Sasuke, seguro que se había ofrecido a acompañar a Ino
solo para ver se veía a Akane.
…
Shikamaru
miraba a través de la ventana, estaba algo entumecido por pasar
tantas horas tumbado y sin moverse. Era perezoso pero aquello ya era
demasiado. Acababa de ver salir de su habitación a Akane y sabía
que la había ofendido, no sabía como pero sabía que algo le había
molestado, algo habría dicho, Akane no era una chica difícil de
enfadar y tampoco entendía porqué se empeñaba tanto en cuidar de
él, si le odiaba.
Volvió
a sentirse mareado y decidió regresar a la cama. Empezaba a tener
ese frío de nuevo. Cerró los ojos. Su gatita entró en la
habitación, se subió a la cama y se hizo un ovillo a su lado.
No
sabía decir cuanto tiempo pasó cuando volvió a oír el timbre de
la puerta. Minutos después sintió que alguien entraba en la
habitación, sería Akane, pensó y abrió los ojos. No, no era
Akane.
—¿Shino?
—Me
han dicho que estás algo fastidiado.
Si,
allí estaba, de pié, era Shino, mirándole, se suponía, a través
de sus cristales oscuros, con las manos dentro de los bolsillos y el
cuello de la cazadora levantado, como siempre. Shikamaru se sentó en
la cama apoyándose contra el cabecero.
—No,
no te molestes, ya me voy, solo quería saludarte.
Shikamaru
estaba mareado y ahora, por contra, sentía bastante calor.
—Ya
estoy mejor, gracias.
—Supongo
que mañana no te veré. Bueno, cuídate.
Y
le vio marcharse ¿Ese había sido Shino, no? ¿O lo había soñado?
Volvió a tumbarse y cerrar los ojos.
…
—Pobrecillo
—decía Ino acercándose a Shikamaru y observando aquel sueño tan
agitado que tenía—. Tenías que haberme llamado antes. Bueno, ya
me ocupo yo de todo.
—No
quería estropearte el domingo —dijo Chouji.
—¡Mira
que llegas a ser tonto! ¿Y tú que haces aquí, Ryuko?
—Ah.
pues, estaba sola y he pensado venir a ver si Chouji necesita ayuda.
—Eso
está muy bien. Anda, vosotros bajad abajo, si os necesito os llamaré
¡Baja de ahí, gato!
Dio
un manotazo a la gata que se fue de allí bufando. Shikamaru se
sobresaltó y aún dormido se incorporó repentinamente.
—Chhist,
Chhist —dijo Ino sentándose en la cama y atrayéndole hacia su
regazo—. Tranquilo, yo estoy aquí.
Chouji
la miraba con una extraña mueca en la boca. Ryuko frunció el ceño.
—Vamos,
Ryuko, vamos a preparar algo de merienda.
—A
mi no me subas nada —replico Ino—, la merienda engorda muchísimo.
—Es
para él, no ha comido nada, todo lo ha vomitado.
Nada
más salir de la habitación, Ryuko se cruzó de brazos.
—No
es por criticar —habló en voz baja mientras bajaban las
escaleras—,pero "tu amiga" es una descarada.
—Mujer,
nos conocemos de toda la vida y ya sabes, el roce hace el cariño.
—Ya
pues me da rabia ¿eso también lo hace contigo?
—Pues
claro, si estuviera enfermo me cuidaría igual, a pesar de lo que
pueda parecer es muy cariñosa.
—¿Y
sabes por qué Akane ha querido marcharse?
—Sé
lo mismo que tú, de pronto dijo que llamase a Ino o a Temari, luego
te llamó a ti, vinisteis Shino y tú, tú te quedaste y ella se fue
con él.
—Si,
me llamó, estábamos en el cumpleaños de un hermano de Shino y dijo
que quería recoger a su hermano, pero no sé ¿no la notaste rara?
—Pues
si, estaba muy callada y seria pero supongo que será por el
cansancio, no ha dormido casi nada en toda la noche.
—¿Tan
mal ha estado?
—El
médico dijo que si no nos podíamos ocupar de él le ingresaría en
su clínica, y ya sabes como es Akane, se lo tomó muy en serio.
Shikamaru
parecía más tranquilo. Ino le acariciaba la cabeza.
—Mira
que sois críos.
Shikamaru
murmuró algo. Ino se acercó todo lo que pudo.
—Te…
quiero —Le parecía a Ino que mascullaba, bien podía haber sido
cualquier otra cosa, pero era mas bonito pensar que era eso.
—Ya
lo sé tonto, ya lo sé.
Como
si hubieran pulsado un botón dentro de él aquella voz le hizo
despertarse de golpe y bruscamente se incorporó. Parecía algo
confuso y necesitó unos segundos para darse cuenta de quien era la
persona que había a su lado.
—¿Ino?
Pero ¿Cuándo? ¿Cómo?
—Tranquilo,
no pasa nada, todo está bien, Chouji me ha llamado.
—Pero
¿Dónde… dónde está… Chouji?
—Está
abajo, descansando un poco, además Ryuko ha venido a verle.
¿Ryuko?
¿Ino? Shikamaru no comprendía nada ¿Qué hacía en las piernas de
Ino?
Todo
esto era algo muy problemático ¿Es que cada vez que se despertaba
había alguien distinto en su habitación?
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