martes, 25 de febrero de 2020

29. ¿QUÉ LE PASA A TEMARI?

Shino y Neji estaban sentados en un comedero del parque donde se celebraba el cumpleaños de uno de los hermanos de Shino. Neji había ido para llevar a su prima Hanabi, hermana de Hinata. Los dos permanecían en silencio, ambos eran chicos de pocas palabras, solo miraban como los niños jugaban. Ryuko y Jisei también participaban en los juegos que los monitores proponían y habían dejado sus bolsos encima del comedero al cuidado de Shino.
Un niño rubio, de unos 12 años, al que acompañaba otro de la misma edad que parecía una copia de Shino, se acercaron a él.
—¿Y mi hermana? —preguntó el chico rubio.
—Ya te lo hemos dicho, está haciendo un trabajo.
—Pues debería estar cuidando de su hermano pequeño.
—Y tú deberías meterte en tus cosas, Yusuke.
—¿Está con el Nara, verdad? —interrogó el hermano de Shino.
Shino no contestó, parecía mirarle con bastante seriedad.
—¿Cómo la dejas a solas con él? —continuó su hermano.
—No me gusta ese Nara, no me gusta nada —recalcó en niño rubio.
—Marchaos a jugar y dejadme en paz.
Neji le miró y esbozó una sonrisa.
—Son insistentes —comentó.
—Son unos pesados.
Hotaru Aburame era tan extraño y misterioso como su hermano, incluso físicamente se parecían como dos gotas de agua. También usaba gafas ligeramente teñidas que no dejaban ver sus ojos con claridad y, como su hermano, tenía el mismo gusto por los insectos. Por supuesto era bastante inexpresivo, eso si, algo más comunicativo que Shino.
Otra cosa que curiosamente le asemejaba a su hermano era que ambos tenían una gran amistad con un Kumoyuki. Yusuke Kumoyuki era su mejor amigo, ambos eran inseparables, tanto era así que hasta habían planeado que sus hermanos se casasen para ser familia, claro que antes tendrían que convencerlos. A ellos se les unía otro de los hermanos de Akane, Takato, aunque Yusuke y él solo eran hermanos de padre y a pesar de lo mal que parecían llevarse sus madres, ellos se entendían perfectamente, la impetuosidad de uno era compensada por la sensatez del otro y la excesiva sensatez de Takato por las locuras de Yusuke. 
También formaban parte de su pandilla de amigos, Masaru Kaguya, primo de Kimimaro Kaguya, el chico de 2-1, serio, callado y algo enfermizo, Hanabi, prima de Neji y hermana de Hinata y por último Sumomo, una niña encantadora y entusiasta como su hermano Rock Lee. Formaban lo que Akane venía a llamar "el club de los hermanos pequeños" o como ellos mismos se autodenominaban "los bellotas", un curioso grupo que ideaban las cosas más extrañas, sobre todo cuando se proponían algo y ahora se había propuesto que Shino y Akane tenían que casarse.
—¿No te dan miedo? —preguntó Neji al verlos cuchichear entre ellos y reírse.
—Mucho.
Un móvil comenzó a sonar desde uno de los bolsos, Shino miró a Ryuko y a Jisei muy ocupadas en participar en una especie de show de magia y sin inmutarse cogió el bolso, lo abrió y comenzó a rebuscar. El móvil dejó de sonar.
—Tarde, Aburame.
—Es increíble la que cosas que pueden guardar las chicas.
Otro móvil también empezó a sonar, justo desde el bolso de al lado.
—Apuesto a que es Akane —dijo con paciencia Shino mientras ahora abría el otro bolso y esta vez si encontró el teléfono—. Hola, Akane.
¿Shino? ¿Eres tú? ¿Todo bien por allí?
—Todo bien, Kenta se lo está pasado genial ¿y vosotros?
¿Podrías decirme donde estáis?
—En la pradera, en la zona de los comederos.
Vale, voy para allá.
—¿Shikamaru ya está bien?
No creo que me necesite más. Dices que en los comederos ¿no?
—Akane ¿Qué te pasa?
Nada... es que ya no hago falta y estoy cansada, quiero irme a mi casa.
—Voy a buscarte.
No hace falta, recojo mis cosas y salgo para allá.
—He dicho que voy a buscarte. Espérame, no tardaré en llegar.
No la dejó contestar, cerró la tapa que hacía que el teléfono cortara la comunicación y se levantó.
—Tengo que marcharme.
—¿Le sucede algo a Kumoyuki?
—No, pero se pierde con facilidad. Voy a recogerla.
Shino tomó el bolso, metió el móvil y con él en la mano se acercó a donde estaban Jisei y Ryuko. 
—Ryuko —dijo dándole el bolso—, nos vamos.
Ryuko y Jisei le miraron sin mucho asombro, ya estaban acostumbradas a las extrañas reacciones de su amigo.
—¿Pasa algo? —preguntó Jisei.
—Voy a recoger a Akane, si Ryuko me acompaña podrá pasar un rato con Chouji y hacerle compañía.
Así era Shino, hacía sus propios planes, él solo había pensado que a Ryuko le gustaría ir a ver a Chouji, él lo había decidido y casi parecía obligarla a ir.
—Ya que vas, Ryu —dijo Jisei—, no vuelvas, quédate con él.
—¿Me estáis echando?
—Pobre, no va a quedarse solo.
—¿Y si han venido ya los padres de Shikamaru?
—Akane no ha dicho nada, pero si han venido sus padres que Chouji te acompañe a casa.
Parecía hasta lógico.
—¿Qué pasa, Shino? —Volvió a preguntar Jisei esta vez bastante más seria—. Vamos, a mi no me puedes engañar.
—Akane está algo nerviosa, tengo que ir a por ella cuanto antes y traerla.
—¿Otra discusión de esas tremendas?—cuestionó Ryuko.
—No lo se pero os digo que no estaba bien.
...
Neji miraba a todo el mundo, parecía atento a lo que sucedía a su alrededor, pero no era así. Estaba absorto en sus pensamientos y en unos recuerdos que últimamente no hacían más que rondarle.
Había visto a Shino responder de aquella forma seria y decidida, algo le había pasado a Kumoyuki, quizás era una tontería pero Shino había reaccionado sin pensárselo e iba en su busca. Así eran los amigos de verdad, no les hace falta explicaciones para ir a ayudar.
Se preguntaba si él podría tener alguna vez ese tipo de amistad.
Acudía una vez al mes a unos grupos de terapia como parte de la ayuda psicológica que, debido al rencor que sentía por haber perdido a sus padres en un accidente, guardaba dentro de él ¿por qué habían tenido que morir sus padres? ¿Por qué no murieron sus tíos? ¿Por qué le dejaron solo con aquella familia que no era su familia? ¿Por qué el no tenía familia y tenía que vivir viendo que otros tenían lo que él tanto deseaba?
En esos grupos de terapia aprendió muchas cosas, descubrió que el mundo no tenía culpa de cómo él se sentía, a calmar ese rencor y a conocer a Temari y sus hermanos.
Poco a poco entre ellos comenzó una agradable relación, una amistad basada en el continuo apoyo que se ofrecían, en escucharse y comprenderse. Pero él siempre se plateaba si esa amistad era recíproca y ahora además quería saber que sentía ella exactamente.
Todas esas cuestiones comenzaron a rondarle aproximadamente hacía aproximadamente un mes.
"...
Salían de su cita mensual con la psicóloga. Él, Gaara, Kankuro y Temari, aquel día su prima Hinata no había podido acudir. Caminaban como era habitual en ellos en silencio, Temari y él se habían adelantado bastante. Fue en ese momento cuando, animado como estaba después de la terapia, decidió que tenía que hablar con ella.
—Temari, yo querría hacerte una pregunta personal ¿puedo?
—Poder puedes, que yo te conteste será otra cosa —Bromeó la chica.
—¿Tú y Shikamaru...? Quiero decir que si vosotros... que...
Neji no era bueno para hablar y menos si se trataba de temas personales, pero debía decirlo, tenía que hacerlo, llevaba meses observando a Temari en silencio y, como inteligente que era, se daba cuenta de que así nunca conseguiría nada. No es que tuviese miedo al rechazo, no, era algo que sabía que podía pasar y lo aceptaba, lo que realmente le angustiaba era la idea de hablar de sus sentimientos, parecía que al hacerlo se iba a mostrar frágil o débil y desde que murieron sus padres no había demostrado a nadie sus debilidades.
Sabiendo lo serio y formal que era Neji, Temari intentaba mantenerse impasible aunque la cara del chico, totalmente tensa, le hacía mucha gracia, eso sin contar con un ligero color rosado que tildaban sus blancas mejillas.
A Neji le gustaba Temari y no se trataba solo de su físico, no, no se trataba de que le pareciese una chica perfecta, de que se perdiese mirándola cuando andaba, no, porque él tenía controladas todas esas hormonas que a sus 18 años se empeñaban en demostrar que estaban ahí. No, él era un chico recto y sabía auto controlarse. Lo que le gustaba de Temari era su carácter tranquilo, su auto confianza, la seguridad con que se enfrentaba a cualquier situación, no era una cría chillona, ni histérica, siempre parecía en calma, incluso cuando discutía ella parecía controlar sus acciones. Claro que Neji no era un buen juez, él nunca le vería un fallo a Temari, ni aún cuando gritase y se enzarzara en absurdas discusiones.
A Temari le gustaba Neji y aunque le gustaba su forma de ser, tranquilo y silencioso, aunque le gustaba su inteligencia y el esfuerzo que ponía en todo a ella lo que más le gustaba era... era su físico ¿para qué lo iba a negar? A ella Neji le parecía guapísimo, más guapo que algunas chicas, le gustaban sus ojos grises, sus labios, su pelo castaño, lo bien que le quedaba la ropa aunque vislumbraba que sin ella estaría aún mejor... ¡que demonios!
Pensó que estaba algo cansada de acudir siempre a la llamada de Itachi, de sentirse presa de esa atracción que la estaba agobiando y anulando como persona y que quizás necesitaba un cambio en su vida, quizás debía ponerle las cosas fáciles a Neji y dejar de actuar como la niña buena que no era.
—¿Quieres saber si seguimos liados? —preguntó con una naturalidad asombrosa.
—Bueno yo, no quería incomodarte.
—Puedes preguntarlo, todo el mundo lo hace. Shikamaru y yo somos amigos, nos entendemos, nos llevamos bien, él suele dar buenos consejos, se le da bien escuchar.
—Pero vosotros estuvisteis saliendo ¿no?
—No se puede decir que fuéramos novios, simplemente pasó, él estaba allí, yo estaba allí... no hay mucho que contar.
—Pero tuvisteis una relación ¿no?
—¿Sabes lo que el diría? Que todo fue muy problemático. ¿Tú nunca te has sentido atraído por una persona sin motivo justificado? Quiero decir, que no sabes por qué un día amaneces con curiosidad por esa persona, incluso algo de morbo, pero no te gusta, no estás enamorado, solo es como una curiosidad malsana, algo que no se te quita de la cabeza y que sabes que no se te va a quitar hasta que lo pruebes ¿nunca te ha pasado?
—No, no recuerdo esa sensación.
—Pues a mí si y esas cosas hay que atajarlas de raíz o se convierten en una obsesión.
—¿Y eso te pasó con Shikamaru?
—Si. Pasábamos muchos tiempos juntos, estábamos juntos en el proyecto de ciencias que presentamos para el concurso aquel. Una noche soñé con él y me desperté como atontada, ya sabes, ese efecto que tienen algunos sueños. Necesitaba saber que me pasaba y sobre todo necesitaba controlar aquello Pasé dos días horribles, no paraba de observarle, te puedo decir que empecé a sentir como celos, por decirlo de alguna forma, de cualquier chica o chico que se le acercaba y eso me enfadaba conmigo misma ¡Si era un crío, por dios! Así que al tercer día decidí cortar por lo sano y le dije "el sábado vas a salir conmigo", así, a lo bruto, ese fue un gran error, que no se lo pedí, se lo exigí y así no se hacen las cosas.
—¿Y él que dijo?
—Nada. Debí haberle preguntado pero como soy así no le di ninguna opción.
—Eso sería porque tú le gustabas, si no habría sabido como negarse.
—Creo que se quedó demasiado confundido pero ahora ya no importa. El caso es que yo quería saber porqué me sentía así y ahora que lo pienso, supongo que a ti te dará igual, estarás pensando que porque te cuento esto.
—No, si me interesa. Quiero decir que tus cosas me interesan, que me interesas tú.
—¿Te intereso tanto como para aguantar mis tonterías?
—Creo que tu vida no es ninguna tontería.
—¿Y no te importaría saber si me he enrollado con él, como dicen por ahí?
—Saliste con él así que supongo que os enrollasteis pero tu pasado me da igual, yo no soy de esos que quieren ser el "primer chico" en la vida de una chica, si acaso aspiraría a ser "el último". No tienes porqué contarme nada, eres una chica muy guapa, los chicos te miran continuamente, tienes una mente liberal, haces lo que te apetece, cuando te apetece y eso me gusta de ti y tienes 18 años, ya no estás en la edad del pavo, no eres una cría de 14 años tonteando.
¿Aquello era una declaración? Porque parecerlo, lo parecía.
—Pues aunque te de igual, te lo voy a decir. Las veces que me he enrollado con él se pueden contar con los dedos de esta mano y aún me sobran ¿Qué? ¿Esperabas que fueran más?
—Te repito que a mí me da igual. Lo único que no me daría igual es que... déjalo. Dime ¿solucionaste tu problema?
—Oh, si, no estaba enamorada de él, por si te interesa.
—¿Y como se sabe que no se está enamorado?
—Simplemente se sabe. La primera vez que salí con Shikamaru la cosa no iba mal del todo hasta que le robé un beso, se puso rígido como una piedra, estaba claro que fallaba algo, se disculpó y ahí lo dejamos. Al día siguiente me lo encontré y esta vez fue él el que me quiso besar... y se durmió.
—¿Cómo?
—Tenía una cogorza de campeonato.
—¿Estaba borracho?
—¡Y no sabes como! ¡Eh! —Se giró hacia sus hermanos—. ¡Venid!... ¿Os acordáis de aquella cogorza de Shikamaru?
—¡Cómo para no acordarnos! —respondió Kankuro—. ¡Fue impresionante!
—Tuvimos que llevarle a nuestra casa y meterle en la cama de Kankuro —añadió Temari.
—¡Y lo que vomitó! —Seguía Kankuro—. Yo pensé que se le iban a salir las tripas por la boca.
—Y lo que lloró —añadió Gaara—. Fue una borrachera de las que hacen historia, como la resaca.
—Si, la cara que tenía al día siguiente había que verla —comentó sonriendo Kankuro.
—¿Shikamaru se emborrachó de verdad?
—Que si, de veras —contestó Temari—. ¿No ves que en su vida había bebido? A lo mejor solo tomó un trago ¡pero menudo efecto le hizo! ¡Cómo que no se acuerda de nada!
—Si —intervino Gaara—, se acuerda de la resaca.
—¿Dónde consiguió el alcohol, si es menor?
—Pues supongo que donde consigue los cigarrillos ¡yo que sé! Lo mismo se lo robó a su padre —Reía Kankuro.
—Así terminó nuestra segunda cita.
—¿Y por qué hizo esa tontería? No es propio de él.
—Ah, eso no te lo podemos decir, está dentro de lo personal.
—Después de una experiencia así —habló Gaara—, no vuelve a probar ni gota de alcohol en su vida, seguro.
—Como ves —dijo Temari sonriendo—, la realidad es algo distinta a lo que se cuenta por ahí.
—A mi me da igual la vida de Shikamaru y ya te he dicho que me da igual lo que pasara entre vosotros, lo único que me importaría sería que aún tuvieses algo con él, no soportaría compartirte.
Neji la miraba directamente a los ojos, Temari se detuvo y guardó silencio, aquello había sido claramente una declaración. Kankuro y Gaara aligeraron el paso, adelantándoles unos metros. Neji seguía mirándola, ya estaba dicho, solo esperaba que su amistad no se viese afectada.
—Supongo -dijo al fin Temari temblando por la sorpresa y también por la vergüenza que sentía al recordar de pronto a Itachi—...que lo que has dicho significa que te gusto.
—Creo que ya te habías dado cuenta.
—Pero tu... no sabes nada de mi, no sabes si guardo algún secreto, no...
Temari levantó la vista muy dispuesta a decirle que no se hiciera ilusiones con ella, que no era la chica que él pensaba, que aunque no fuera Shikamaru si había otro hombre, pero se encontró con aquellos ojos tan claros mirándola con temor, con angustia, esperando una respuesta afirmativa y aquel rubor en su rostro... era tan tierno, tan distinto a Itachi. Era un chico serio y formal pero parecía tan confundido ante aquella situación y lejos de la atracción primitiva que Itachi ejercía hacia ella Neji parecía algo a lo que agarrarse para salir de ese deseo que la arrastraba.
Temari dio un paso hacia él y rodeó su cuello con las manos. Neji pensó que aquello debía ser una invitación para besarla pero ¿sería capaz? ¿Allí, en medio de la calle? Antes de darse cuenta sintió los labios de Temari en su mejilla, era un roce suave y cálido que provocó hormigueo en su estómago, cerró los ojos y sintió como la chica apoyaba la cabeza en su hombro.
—Tenemos que hablar —dijo suavemente Temari.
Notó que Temari se separaba. Abrió los ojos y la vio allí, frente a él, agarrándole de la mano.
—Tu me gustas, Temari, me gustas bastante.
—Vamos a un sitio más privado, por favor.
En silencio, lleno de miedo, confusión y dudas, con la mano de Temari apretando con suavidad la suya, se despidieron de sus hermanos y se dejó guiar. No sabía donde iba, ni porqué quería hablar con él el privado ¿Qué iría a decirle? ¿Sería para disculparse por no compartir sus sentimientos?
Llegaron al parque, solitario no estaba pero tampoco había demasiada gente, sentados en unos de los bancos parecían disponer de bastante intimidad.
—¿Estás incómoda, Temari? —preguntó extrañado de qué aún seguían en silencio—. ¿Es por mi?
Temari le miró casi como si quisiese que leyese su pensamiento. Estaba muy decidida a hablar con él, no quería hacerle daño, ese chico le importaba de verdad, era un buen chico y no se merecía pasarlo mal por su culpa.
—No te preocupes —habló Neji con gravedad-. No tienes que preocuparte por mi, no soy tan tonto como para no comprender que el que tu me gustes a mi no significa que yo tenga que gustarte...
—¡Pero es que tú si me gustas!
Aquella frase sorprendió tanto a Neji como a la propia Temari que bajó la cabeza.
—Es que no se trata de eso —dijo con la mirada fija en el suelo—. Es que yo... es que yo no puedo salir contigo.
—¿Te gusta otro chico más? A ver, Temari, que no soy tan débil, ni tan impresionable, que se que estas cosas pasan y aunque me sienta decepcionado pues...
—No se trata de eso, es que yo no soy una buena persona...
—¿Pero que tontería estás diciendo?
—Yo... yo...
Temari quería hablar, podía jurar que quería hablar, decirle a Neji que Le gustaba pero que estaba en una relación con un hombre, que quería dejarlo porque no se sentía bien pero que no se atrevía porque le atraía demasiado.
—Estás pasando un mal rato y no hay necesidad de eso. No te angusties, no me voy a suicidar si me dices que no te gusto ¿Qué prefieres que seamos solo amigos? Pues vale, genial, a lo mejor al principio siento algo de vergüenza por esta situación tan incómoda para mí pero supongo que lo superaré.
—No, no lo entiendes, no es eso, es que yo no soy como tú piensas.
—¿Y cómo crees que pienso que eres?
—Yo no soy una buena chica. Yo no soy una muchacha cándida o inocente que...
Una enorme tensión parecía acumularse en sus sienes. Temari sentía que iban a estallarle, se llevó las manos y apretó con fuerza.
—¿Qué te pasa? —preguntó preocupado-. ¿Te duele?
—Soy mala —dijo de repente con un tono de voz entristecido-. Soy mala, egoísta y caprichosa. Siempre he sido así, no pienso más que en mí misma...
Algo alarmó a Neji, no sabía decir el qué pero había algo extraño en todo eso, quizás era el gesto de dolor en el rostro de Temari, como cerraba los ojos o el tono de su voz, quizás eran las palabras... no podía explicarlo pero algo no era normal, algo parecía apretar un resorte en el cerebro de Neji, algo como una alarma que avisaba ¿de qué?
Cerró los ojos para ignorar esos pensamientos, eran absurdos, pero al abrirlos vio a Temari mirándole asustada.
—¿Qué te pasa? —Volvió a preguntar.
—No lo se —contestó angustiada—, me siento mal, creo que es que se que estoy haciendo las cosas mal pero no puedo evitarlo, yo quiero ser "normal" pero no puedo.
—No te entiendo, no entiendo nada de lo que dices pero no creo que porque hayas salido con otros chicos no seas "normal".
—¿Crees que digo que no soy "normal" porque he salido con otros chicos?
—Supongo. No se, no entiendo que te pasa.
Ni Temari entendía lo que le pasaba, solo sentía una gran presión dentro de ella y una maldita voz en su cabeza que repetía una y otra vez que era mala.
Tendría que comentarle a Kushina lo que sucedía, quizás solo era agobio, quizás mantener el secreto de Itachi la estresaba, era la primera vez que ocultaba algo a sus hermanos... sería una tontería.
—¿Me estás escuchando? —La voz de Neji la sorprendió de golpe.
—¿Qué?
—Qué no me estás escuchando. Decía que no se porqué eres tan dura contigo, por qué dices que eres mala e imagino que alguien te lo debe haber dicho antes.
-Si... si, es eso... antes me lo decían a menudo...
—¿Quién?
—Mi... mi padre... no... no se quien me lo decía...
Todo eso a Neji cada vez le parecía más raro.
—Pues a mi me gustaría conocerte para saber si de verdad eres tan mala como dices.
—Seguramente te decepcionara.
—Me parece adecuado, así tendré una razón para olvidarme de ti y dejar de pensar que me gustaría que saliésemos.
—¿Quieres que salgamos?
—Podemos ver que pasa.
Temari sonrió, ese chico era tan serio y educado y su pelo castaño enmarcaba unos rasgos dulces a pesar de la seriedad que siempre demostraba.
Itachi apareció de pronto en su mente ¿qué sentía por él? ¿Estaba enamorada o solo era esa maldita atracción lo que sentía? ¿Por qué no podía alejarse de él? ¿Qué era ella para Itachi? ¿Qué clase de relación tenían? Eran como dos animales que no se necesitan pero que en cuanto se aproximan el uno al otro se dejan llevar por sus instintos.
Esa relación no estaba haciéndola nada bien, se utilizaban el uno al otro, se sentía utilizada por Itachi, ella no era fría e insensible, necesitaba algo de orden en su vida, había tenido que madurar muy deprisa, sin darse cuenta asumió el rol de protectora de sus hermanos ¿Qué tenía de malo que ahora quisiese un poco de normalidad en su vida?
¿Qué había sentido al oír a Neji? Algo raro, algo que se despertaba dentro de ella, algo que le decía que tenía que dejarse querer.
¿Y por qué no iba a probar a ver que pasaba? ¿Qué la ataba a Itachi? ¿Acaso Itachi no hacía con su vida lo que quería? ¿No sabía ella de sobra que solo la utilizaba?
... "
Neji no se equivocaba, algo pasaba con Temari, algo tenía dentro de ella que la oprimía y no era su relación con Itachi, era algo más y extrañamente Neji podía percibirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leer.
Dime ¿Tienes alguna idea?

36. NO TE FÍES DE LAS APARIENCIAS

La salida de las chicas produjo un gran revuelo, desfilaban una detrás de otra, sonriendo y saludando a todo el mundo con sus pompones verde...